Historia De Las Mentalidades

RESUMEN:
Ronaldo Vainfas. “De la historia de las mentalidades a la historia cultural”. En: Anuario colombiano de historia social y de la cultura. N° 23. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia, 1996, Traducción de Pablo Rodríguez, pág. 219-233.

El campo de la historia de las mentalidades ganó espacio y reconocimiento en la comunidad de investigadores científicos de las ciencias sociales,pero a diferencia de lo exhibido y la apariencia categórica, el concepto mismo sufrió un desgaste teórico, metodológico y debilidad explicativa debida algunos factores durante la década de 1970. Si bien la historia de las mentalidades había ganado en algunos centros de producción historiográfica poco puede decirse de su disciplina y el concepto mismo el cual cayo en desuso. Su rechazo proviene denumerosas críticas tanto “de afuera” como “de adentro”: De afuera se ha rechazado su argumento y su debilidad explicativa y de adentro, se duda sobre su solidez teórica a nivel historiográfico. Los resultados de este declinar es difícil de evaluar y ha llevado radicalizar posiciones estructuralistas y neoestructuralistas en su contra. El siguiente artículo se enfoca en detectar las anomalías deeste desequilibrio a raíz del surgimiento de la nueva historia y la fuga de los historiadores de las mentalidades hacia otros campos de investigación, entre ellos la historia cultural.
Stuart Clark niega que la historia tenga alguna competencia explicativa o alguna habilidad para producir un discurso verdadero sobre lo real mientras que para Hayden White, la historia no pasa de ser un géneronarrativo, aunque distinta de la ficción. Ambas críticas radicalizan la postura “de una historia sin dinámica, prisionera de estructuras frías y de una red de simbolismos que se busca únicamente describir” La historia de las mentalidades y la nueva historia abrió un espacio ante estas posturas al preconizar la necesidad de una investigación histórica interdisciplinaria y una inserción de la historia enlas ciencias sociales. Esto contribuyó al perfeccionamiento del saber que en ocasiones fue mal comprendida. Por otro lado, los historiadores de las mentalidades le abrieron el camino a la literatura, tanto que en la década de 1970 era común escuchar hablar del “retorno de la narrativa”. Se tratase entonces como si la historia no hubiese sido siempre de carácter narrativa.
La llamada NuevaHistoria se abrió a otros saberes y a preocupaciones estructuralistas y puso en riesgo la soberanía y legitimidad de la disciplina, entre ellas, la historia de las mentalidades. Para 1980, el declinar de las mentalidades fue inminente y muchos historiadores desertaron hacia otros campos, que en mayor o menor grado, heredaron esbozos de sus temas y problemáticas. Ejemplo fueron los dos textos francesesHistoria de las Mujeres e Historia de la Vida privada organizados con la colaboración de Georges Duby donde a partir de los microcampos de la vida privada, historia de género o historia de la sexualidad se refugiaron pequeños campos de las mentalidades. Otro refugio, la Microhistoria, colección publicada en Italia por Einauid (Turín) quien apoyado en modelos etno-metodologicos, estuvo conformadapor investigaciones biográficas, estudios de comunidades y composición de episodios originales de la vida cotidiana de ciertas poblaciones en funcionamiento con las parentelas y las familias. La Microhistoria no es solo es el nombre de una colección de publicaciones, es también género y línea editorial de la historia. Las publicaciones más destacadas fueron Sociedad Patricia, Cultura Plebeya deEdward Palmer Thompson, Carlos Ginzburg y su estudio sobre Piero de la Francesca y de Michael Foucault Yo, Pierre Riviere.
Si la Microhistoria fue el gran refugio de las mentalidades, la historia cultural lo fue en mucha mayor medida. En sus primeras versiones la historia cultural defendió lo “mental” al apelar a la historia como disciplina aunque en la actualidad renuncian a dicho concepto al...