Historias

"El auto Zombie"

En un principio la teoria era que se trataba de una infeccion viral, despues surgio la idea de que era por la exposicion a algun tipo de radiacion cosmica. Cualquiera que fuera la causa, lo que si sabiamos con certeza es que estaba en la sangre de esos malditos muertos vivientes.
Pero ahora, que estoy a unos segundos de morir tengo la seguridad de que el sacerdote italiano,Sergio Agnozzi tenia razon desde un principio, justo cuando comenzo el apocalipsis, aparecio en todos los medios diciendo que esto no era una enfermedad, sino la ira del mismo Satanas que habia envenenado a la humanidad con todos esos pecados y que ahora los condenados saldrian del infierno a destruirnos...
A pesar de que sus señalamientos habian ocacionado que millones se arrepintieran y llenaranlas iglesias de todo el mundo, los gobiernos rapidamente lanzaron campañas de publicidad asegurando que se trataba de un virus...
Y es asi, que comence a trabajar para la unidad mundial contra la plaga del siglo veintiuno como la llamaron oficialmente.
Desde luego, como cientifico siempre crei en esto.
Una hora antes.
El Dr. Velcor, jefe de la estacion de la UMCP-XXI en la frontera, nos habiapedido a mi compañero, Andreas y a Mi, que recoelectaramos nuevos especimenes para su investigacion.
A bordo de una de las unidades de recoleccion, Andreas y yo cruzamos el puente que alguna vez se utilizara como cruce entre dos paises. Del otro lado, llegamos a lo que seria el centro de una ciuadad, hoy abandonada, lo unico que me llamo la atencion fue la marquezina de un cine llamado plaza...Mas adelante, nos introducimos por un callejon estrecho, con las potentes luces de la unidad detectamos a un posible candidato. Masculino, como de 25 años, tez blanca, cabello rubio. Realmente no estaba muy deteriorado, podria calcular que no habia sido convertido en mas de una semana, sin duda al Dr. Le agradaria.
Como todos estos miserables, la luz de la unidad lo deshorientaba, estabainmovil, justo enfrente del parachoques de un Buick Regal 77, posiblemente abandonado ahi desde antes de la epidemia.
Como de rutina, Andreas y Yo bajamos de la unidad, como dos empleados de sanidad que tratabamos de recolectar un perro callejero. Andreas extendio el baston con el lazo, un artefacto con casi tres metros de longitud con el cual sujetamos a los especimenes y los subimos a la parteposterior de la unidad. La distancia del baston era suficiente para mantenernos a salvo de cualquier posible salpicaduara de sangre, ya que esta es sumamente contagiosa, unas cuantas gotas sobre la piel y en cuestion de segundos eres uno de ellos.
Facilmente, Andreas logro lazarlo del cuello y empezo a arrastrarlo hacia nosotros. Tal vez fue un exceso de confianza o la ratuina que en algun momento nostraiciona, pero Andreas olvido apretar el lazo. Unos cuantos pasos, y el maldito logro zafarse, lleno de ira se avalanzo contra nosotros. No tuve mas remedio que sacar mi revolver, cargado con municiones expansivas y abrirle dos huecos en la cabeza. El brutal impacto lo arrojo hasta el Buick, desplomando su cuerpo sobre el cofre del auto, para despues deslizarse hasta el suelo, dejando un mancha desangre y sesos sobre el carro.
Ni modo, ahora tendriamos que buscar otro. Pero justo al dar la media vuelta, escuchamos un sonido aterrador, el motor del auto se habia encendido, y empezo a moverse lentamente hacia nosotros, como si acelerara y frenara al mismo tiempo, preparandose para la embestida como lo hace un toro.
Sin saberlo, habiamos establecido nuestra propia trampa, en medio delBuick y la unidad, en este callejon estrecho no habia manera de correr. Las balas expansivas no iban a detener a esta bestia de acero.
Pero al menos, tengo la certeza de dos cosas, el contagio esta en la sangre, y aquel Sacerdote tenia razon, esto es cosa del Diablo..
El Pozo"
- Echale el conejo para ver qué hace.
- Sí, a ver qué hace. Seguro que se lo come - Y arrojaron el animal muerto al...