Hola

El viejo y la muralla

Fueron largos años que el viejo paso mirando con recelo, resignación y deseo el otro lado de la imponente muralla. Ayer, un martes nubloso y húmedo, después de 80 años sucorazón dejo de latir.
Les aseguro que por más que pasen las horas, días y años, su recuerdo lo tendré siempre presente. Su mirada vacía, su cara surcada de arrugas en donde los años se hacíanpresente y sobretodo su boca, la que paso cerca de 60 años sin dibujar una sonrisa.
Pero no hay recuerdo que tenga del anciano sin la muralla tras él.
Todos los benditos días del año se podía ver al viejomirando la muralla, lamentándose tras cada segundo que moría el no poder estar al otro lado.

Tuve la oportunidad de hablar tan sólo hable tres veces con él, las que fueron más que suficiente paraque sus palabras calaran muy hondo dentro de mí:

La primera vez que lo vi, fue hace más de un año, en la oportunidad que descubrí la razón de su constante tristeza.
- Joven, ¿Qué hace usted tancerca de esta muralla? – dijo con voz apagada y monótona- Este no es un lugar ideal para un jovencito como usted, viva y sea feliz mientras se lo permita.
- Vivo a poco camino de aquí, pero nunca mehabía percatado de la presencia de esta muralla. ¿La pusieron hace poco?
- Te aseguro que mucho antes que vinieses al mundo. Hace más de 60 años, cuando tenía más o menos tu edad. Fue un martesradiante, en donde quisieron separar a los libres y a nosotros nos obligaron a permanecer de este lado.
- Claro, claro, la famosa muralla - respondí con tono para nada convencido, sin haber comprendido lodicho por el viejo pero dejándolo solo, sin ganas de querer profundizar en el tema.

Después de este episodio, pasaron 7 meses cuando lo recordé. Aún no olvidaba sus palabras: “Separo a los libres denosotros… ”. Necesitaba hablar con él, saber algo más.
Así lo hice, volviendo nuevamente en busca de aquel solitario hombre. Lo encontré exactamente en el mismo lugar de la vez anterior.
Salude,...