homosexualidad
En este sentido, el movimiento de liberación homosexual va a la par del movimiento feminista. Ambos están de acuerdo en la necesidad prioritaria de un cambio en lospapeles masculinos y femeninos y en las relaciones hombre-mujer. El santo y seña es que tenemos que deshacernos de los modelos predefinidos de papeles. "Predefinido" supone que hasta ahora estábamos obligados por la presión de nuestra cultura a formulaciones tradicionales de masculinidad y femineidad, a aceptar relaciones arbitrarias y restrictivas con el sexo opuesto; a acoger el matrimonio comoúnica forma de relación sexual.
Con todo, el argumento va mas allá, la sexualidad natural es mucho más rica en sus "variaciones", y la ciencia moderna ha demostrado la existencia de tipos totalmente distintos de sexualidad, de amor sexual, y de relaciones sexuales, pero igualmente naturales. Para despejar el camino hacia ellas, ¡rompamos con prejuicios obsoletos! Quien no quiere aceptar lahomosexualidad como normal es acusado de discriminar a la gente de condición diferente, personas que son "en esencia" (inherentemente) diferentes. Quizá él discrimina porque está reprimiendo el componente homosexual de su propia vida emocional; o peor, porque sufre homofobia, miedo patológico a la homosexualidad.
Estas ideas, constantemente invocadas en radio y televisión, en periódicos y revistas,propagadas por organizaciones para la reforma sexual, así como por instituciones establecidas en el campo de la salud mental, no han dejado lugar para otras opiniones.
Se ha hecho tradicional enseñar a los escolares y universitarios que la homosexualidad es algo normal; un profesor que expresara un punto de vista diferente podría verse sometido a la presión de la indignación pública. Los autores delibros de texto y artículos periodísticos en campos como medicina y psicología escriben con regularidad de acuerdo a esta configuración mental. Si otras opiniones sobre la homosexualidad, que no sean las doctrinas del movimiento de liberación homosexual, reciben publicidad, son comentadas de modo condescendiente y con una ironía apenas disimulada.
No es de extrañar, pues, que éste no sea el climamás apropiado para una ulterior investigación imparcial de las causas de la homosexualidad *, y que se deje solas a las instituciones científicas oficiales en lo que se refiere a las posibilidades de tratamiento. Muchos editores vacilan al lanzar publicaciones que no sigan la línea habitual, por temor a críticas negativas.
Uno de los pocos que ha censurado la falta de libertad en este clima sociales A.D. De Groot, un profesor holandés de psicología de la personalidad. Con motivo de una discusión sobre la hipótesis de que los homosexuales son más neuróticos que los heterosexuales dijo:
"El cenáculo más poderoso de nuestro tiempo, entre los intelectuales y semiintelectuales, es la comunidad de seguidores de las opiniones predominantes, tendenciosamente progresistas. A cualquiera que se...
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