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No es hincha de Alianza Lima aquel que no haya llorado o aquel que no haya sufrido con cada partido de su equipo. No tiene sangre blanquiazul aquel que no dejó la garganta hasta que el árbitro dio elpitazo final. Aquellos verdaderos hinchas son los que ahora pueden festejar este primer título del año, logrado con un estilo diferente, pero con la misma tónica, la de venir desde atrás ysobreponerse a un 2-0 ante San Martín y matarlo en la tanda de los penales.

Festejen. ¡Alianza Lima es el campeón! Sí, señores. Y nadie le podrá quitar ese título. Ni siquiera aquellos que quieranmenospreciar la Copa Inca. El equipo de Guillermo Sanguinetti alzó el ‘plato de bronce’ y se metió en la próxima Copa Libertadores con justicia, rompiendo la tradición de jugar bonito para ser efectivo ysuperando a los más pintados. San Martín impuso fútbol pero cayó ante el vértigo y los huevos de un grupo que tiene hambre de gloria.

► Mauro Guevgeozián lloró tras anotar el gol del empate.

A lauruguaya. Mauro Guevgeozián fue el héroe de este Alianza Lima plagado de obreros. Fue quién se puso el equipo al hombro y el que le dio el título de la Copa Inca. Aquel que no le importó perderse elpartido ante la poderosa Alemania y arriesgó su pierna lesionada por ver a un compañero celebrar. Aquel que tuvo los huevos para tirarse en la última jugada del partido y anotar el empate, tener elsentimiento de llorar por la emoción, y la fuerza para pararse frente a Pedro Gallese, la figura del partido, y reventarle el arco que significa mucho más que un título. Significa que para tumbarse a esteequipo se necesita mucho más que buen fútbol.

¿Satisfechos? Alianza Lima cortó una racha de 8 años sin festejar un título. Y tiene derecho a celebrar. Porque a los jugadores no les regalaron nada.Muchos se burlaron y pusieron en duda que el nuevo estilo resulte. Hoy los resultados dicen lo contrario, el fútbol se gana con efectividad y los títulos llegan solos. La hinchada festeja y ahora...