Hugo
Nací en Londres, el 20 de mayo de 1806, y fue el hijo mayor de James Mill, autor de la Historia de la India británica. Mi padre, el hijo de un comerciante pequeño y (creo) de los pequeñosagricultores, a Northwater Puente, en el condado de Angus, fue, cuando un niño, recomendado por sus habilidades para el anuncio de Sir John Stuart, de Fettercairn, uno de los los barones del ministerio de Hacienda en Escocia, y fue, en consecuencia, enviado a la Universidad de Edimburgo, a expensas de un fondo establecido por Lady Jane Stuart (la esposa de Sir John Stuart) y algunas otras damas de laeducación de los jóvenes para el escocés Iglesia. Él se pasó por el curso habitual de estudio, y se licencia como predicador, pero no siguió la profesión de haberse cerciorado de que no podía creer las doctrinas de éste o de cualquier otra Iglesia. Desde hace unos años era un profesor particular en las familias diversas en Escocia, entre otros el del Marqués de Tweeddale, pero terminó teniendo suresidencia en Londres, y dedicarse a la autoría. Tampoco había ningún otro medio de apoyo hasta 1819, cuando obtuvo una cita en la Casa de la India.
En este período de la vida de mi padre hay dos cosas que es imposible no darse cuenta con: una de ellas, lamentablemente una circunstancia muy común, y el otro de lo más raro. La primera es, que en su posición, sin recursos, sino laprecariedad de la escritura en periódicos, se casó y tuvo una familia numerosa, la conducta de la que nada podría ser más opuestos, tanto como una cuestión de sentido común y del deber, las opiniones que, al menos en un período posterior de la vida, confirmó enérgicamente. La otra circunstancia es la energía extraordinaria, que estaba obligado a llevar la vida que llevó, con las desventajas en las quetrabajó desde el principio, y con los que él trajo a sí mismo por su matrimonio. Hubiera sido poca cosa, si hubiera hecho más que mantenerse a sí mismo y su familia durante tantos años escribiendo, sin tener que estar en deuda, o en cualquier dificultad pecuniaria; explotación, tal como lo hizo, las opiniones, tanto en la política y en la religión, que eran más odiosa a todas las personas de...
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