humildad, humildad, humildad

En esta oportunidad quiero hablar sobre el misterio de la muerte, tema intrínseco a nuestra humanidad, difícil a nuestra credibilidad, pues todos nacemos y a la vez perecemos, sin embargo, el hombreen busca de soluciones a tan amplio y extraño desenlace refiere su trascendencia en fines y argumentos espirituales, otorgando a Dios la divinidad y poderío sobre todo lo corpóreo. Ahora bien, esteplanteamiento filosófico busca trascender los limites humanos y alcanzar en Dios la esperanza absoluta. Así pues, surgen conflictos e interrogantes acerca de dónde iremos a estar y cómo vamos a estardespués del hecho más conocido, pero menos aceptado por el razonamiento crítico de la humanidad. De esta manera, confiamos una última esperanza en un Ser divino por excelencia, unos a estilos ycreencias distintas en las diversas religiones que existen, otros, en creencias y comportamientos divergentes por su cultura, credo o crianza. Pero esto no es todo, ya que en cada aspecto y momento puedesurgir con mayor preponderancia la debilidad y condición humana, olvidando lo completamente ontológico, lo que trasciende a nuestra visión de la realidad y aceptamos lo inesperado, lo que atañe a nuestracondición. En consecuencia, cuestionarnos por el misterio de la muerte nos refiere a la pregunta trascendental e intrínseca a nuestra naturaleza, pues si nos referimos a la muerte de Aquel que seentregó por ti y por mí decimos que tiene sentido morir al mundo para vivir al amor. Puesto que afirmamos que la muerte no tiene sentido solo por el hecho de vivir para morir, sino de vivir para no morir.La muerte no tiene fundamento desde lo humano, sino desde lo espiritual, no tiene argumento desde la razón, sino desde la misma experiencia concebida a partir de nuestra partida. Por tanto, no espropicio cerrarse a lo incomprensible, afianza tu fe en lo que tienes que creer y valora lo que Dios te proporciona día a día para que seas consecuente con tu Ser y Creer.

Luis Alberto Villareal Roa...