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Son las once de la mañana de un jueves y un grupo de "rosadas"camina por los pasillos del hospital Central de San Isidro. No importa mucho la fecha, podría ser sábado o feriado también, porque estegrupo de voluntarias, llamadas las Damas Rosadas por los clásicos delantales de ese color que las identifican, trabaja los 365 días, desde las 7, cuando abre el primer consultorio médico.

"Lasrosadas", como las conocen popularmente, trabajan junto a los profesionales de la salud en consultorios, en dos lactarios preparando fórmulas lácteas, en residencias de madres para asegurar la presenciamaterna junto al niño internado, acompañan a las familias de recién nacidos prematuros o patológicos, lavan cabezas, afeitan, orientan, proveen medicamentos, lo que sea necesario para aliviar losmomentos del enfermo y de sus familiares.

Lidia Ana Díaz, Delia Lafeitte y Adriana Saluzzi, las caras más visibles de esta organización social sin fines de lucro desde hace 50 años, resumen: "No ocupamosel lugar del enfermero, nos ocupamos del enfermo. Somos una organización de voluntarias comprometidas con trabajo solidario en áreas de salud y educación".

Y Delia acota: "La voluntaria tiene unamirada diferente, acompañando a una madre o la abuela, estando donde el profesional no puede; a veces los mismos médicos nos instan a hablar con un paciente o familiar, ya que con «las rosadas» seabren".

Esta labor se inició en 1959 en el viejo hospital de San Isidro, y hoy se replica con más de 400 voluntarias en los hospitales de San Isidro, el Materno Infantil, el Rivadavia y la maternidadSardá. También cuentan con un jardín maternal, que asiste a más de 70 niños cuyas madres son sostén de sus hogares."Aunque las voluntarias somos muchas, siempre necesitamos más, porque queremos abrir más...