ideas y doctrinas
sino como una oportunidad para
penetrar en el bello y maravilloso mundo del saber.
Albert Einstein
Toda nación que no es digna de ser martilloes el yunque obligado de los demás.
Las enseñanzas históricas representan una ayuda insustituible para comprender el presente y, al mismo tiempo, para concebir sin proféticos dogmatismos el futurode la nación. De ahí la urgencia de comentarlas en el conocimiento sereno y circunstanciado de lo que fue. En cambio, el eclecticismo fingido, aprovecha, en favor de la causa que no confiesa, el ordende selección de los materiales, la distribución de los documentos y hasta esas tácitas omisiones que pueden dar a las síntesis, una intención polémica, que por oculta, más peligrosa y difícil dedenunciar.
Es mester conservarse en guardia frente a los riesgos de una absorción abusiva del pensamiento por las fórmulas y los métodos de la historia. En nuestro empeño de eliminar los enconos, noterminemos absurdamente por confundir los juicios con los prejuicios y por tender sobre los dolores de lo pasado, un velo hipócrita y tembloroso que daría a las nuevas generaciones una impresióndescastada de nuestra vida y que, por desfiguración de los arduos que trataron de resolver, colocaría a los héroes de México en la equívoca posición de protagonistas sin contenido y de seres que pelearoncontra fantasmas.
Ambicionamos una era de paz durable y de unidad sólida y constructiva. Pero sabemos que nada se halla más alejado de la paz verdadera que el artificial apaciguamiento. Toda historia,vista en conjunto, es una epopeya del hombre.
Si hay, un estudio de defiende a la Patria es el de la historia.
Cuanto más honda y fundada sea nuestra convicción, más obligados nos sentiremos aconfrontarla con las convicciones de los demás. México es un todo. Y una visión incompleta de las razones que algunos sectores de México tuvieron para vivir y para luchar, eliminaría de nuestra...
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