Increible

Un hombre con problemas psicológicos reclama a la Seguridad Social atención a sus problemas. El hombre sabe que, por su afección, puede ser un peligro para la sociedad. Pero tiene permiso paraportar una escopeta. Éste es el prólogo del desastre. Los acontecimientos ocurridos durante el 18 y el 19 de este mes en Sueca, Valencia, nos llevan a reflexionar sobre sus tristesconsecuencias.

En primer lugar, nos hacemos conscientes de la angustia de un enfermo que requiere ser escuchado y que no encuentra, sin embargo, más que un trámite burocrático como respuesta a suproblema: le recetan unas pastillas y le prohíben conducir. ¿Quién no ha sentido alguna vez, al acudir al médico, que no era más que un objeto numerado? ¿Quién no se ha sentido "despachado" sinapenas ser atendido, sin que las dudas que le aquejan hayan sido malamente despejadas con la receta de unas píldoras? El ejemplo extremo de este hombre de Sueca no es más que el corolario de un serhumano al límite del hartazgo.

En segundo lugar no cabe más que un indignado asombro. Si el hombre en cuestión padece serios problemas psicológicos, como lo confirman las últimas noticias,¿cómo es posible que tuviera un permiso para portar armas? ¿Dónde está la responsabilidad de las instituciones? ¿Es que no hay controles que salvaguarden la vida de los ciudadanos? Nosencontramos ante un caso gravísimo de negligencia que sale a la luz demasiado tarde.

Por último nos queda lamentar que, debido a la indiferencia e irresponsabilidad de organismos en los cualesesperaríamos confiar se haya perdido la vida de un policía local , un padre, un trabajador cuya familia quizás no pueda entender aún cómo o por qué les ha sido arrebatado tan injustamente uno de susseres queridos.

El por qué creo que ahora lo conocemos. Indiferencia podría ser su nombre. Indiferencia, uno de los peores males de nuestro mundo. Y en este caso, todos somos víctimas.