Ingeniero

Por DECLAN WALSH, The New York Times News Service/Syndicate, Última actualización: 18/06/2012

ESCUELA IMPONENTE EN PAKISTAN PIERDE A SU FUNDADOR
CHITRAL, Pakistán – Durante una gran reunión de ancianos tribales en este escarpado y remoto distrito montañés recientemente, un invitado de honor se puso de pie: un inglés de avanzada edad con traje sastre y zapatos lustrosos, su cabello blancocuidadosamente peinado, el periódico matutino doblado sobre su regazo.

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CHITRAL, Pakistán – Durante una gran reunión de ancianos tribales en este escarpado y remoto distrito montañés recientemente, un invitado de honor se puso de pie: un inglés de avanzada edad con traje sastre y zapatos lustrosos, su cabello blancocuidadosamente peinado, el periódico matutino doblado sobre su regazo.

Ese hombre, el mayor Geoffrey D. Langlands, ha tenido un lugar de primera fila en muchos dramas de Pakistán desde que llegó, durante el caótico nacimiento del país, hace 65 años. Ha tomado el té con príncipes, cenado con dictadores, sido secuestrado por tribus y pasado por varias guerras.

Ahora, a los 94 años de edad,Langlands, un ex oficial colonial británico y veterano educador, está emprendiendo una nueva aventura: el retiro.

Durante el último cuarto de siglo, su casa y trabajo han estado en Chitral, un extenso distrito de picos nevados en el extremo norte de Pakistán. La institución que fundó y dirigió aquí, la Langlands School and College, se ha convertido en símbolo de excelencia; cada año, los mejores delos más de mil estudiantes de la escuela, un tercio de ellos mujeres, van a universidades en ciudades más grandes, Estados Unidos o el Reino Unido.

Ese éxito es aún más asombroso por estar situada en una región llena de violencia e intriga: Al este de Chitral está el Valle de Swat, donde el ejército de Pakistán combatió a los insurgentes del Talibán en 2009; al oeste se ubica la provinciaafgana de Nuristan, donde las tropas de Estados Unidos han visto algunos de sus combates más duros. Hace algunos años, estadounidenses misteriosos aparecieron en la ciudad haciendo preguntas sobre Osama bin Laden; residentes locales dijeron que trabajaban para la CIA.

Pero para “el mayor”, como se le conoce, este ha sido un apreciado capítulo en una vida que ha mezclado la aventura y la aritméticaen su patria de adopción. Está dando vuelta al siguiete con un discernible toque de renuencia.

“Es hora de llevar una vida un poco más fácil, supongo”, dijo, sentándose en una terraza que da a un amplio valle salpicado de modestas casas de techo de hojalata. Luego se levantó. “Pero aún hay mucho por hacer”.

No hacer nada nunca ha sido una opción para él.

Langlands combatió en una unidadde comando durante la Segunda Guerra Mundial, atacando las defensas alemanas en la costa francesa. En agosto de 1947, estaba acantonado en la India británica, donde atestiguó la cruenta división del subcontinente de cerca. Estancado en una estación en un tren lleno de refugiados hindúes, quedó bajo fuego de pistoleros musulmanes; más adelante, vio a sijs atacar una mezquita. “Fue terrible”,recordó. “Nadie sabía qué hacer”.

Después de que los otros británicos se fueron, Langlands se quedó, aceptando un puesto de enseñanza en Aitchison College en Lahore, el más prestigioso internado de Pakistán. Durante un cuarto de siglo ahí, impartió álgebra a los descendientes de la elite paquistaní, algunos de los cuales llegaron a destacar en política, deportes y las fuerzas armadas. Sus ex alumnosincluyen a Zafarullah Khan Jamali, que fue primer ministro entre 2002 y 2004, e Imran Khan, el héroe de criquet convertido en político.

“El destacaba”, dijo Khan. “Tenía esta mezcla de ser firme y al mismo tiempo compasivo”.

En 1979, se mudó a Waziristán del Norte, en el cinturón tribal, para dirigir una escuela en un distrito que ahora es mejor conocido por los ataques aéreos de Estados...