Ingeniero

El momento difícil de la soya es un proceso de larga data, dicen dos investigadores |
jueves 16 de marzo de 2006 |
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La soya boliviana, la reina de las exportaciones, se encuentra en estos momentos en el limbo de los mercados internacionales. El tema, que tiene que ver con la economía nacional, ha pasado al plano político internacional, y esto no ha ocurrido de la noche a la mañana,según Marco Antonio del Río, economista y docente universitario, coautor de la investigación Santa Cruz, economía y poder.La soya y sus derivados se han constituido en los últimos años en productos estrella de la economía boliviana. En 2003, el grano representó un ingreso de casi 337 millones de dólares, lo que es el 20,4 por ciento del valor de las exportaciones de ese año, señala del Río, partedel equipo coordinado por Carmen Dunia Sandoval que publicó el mencionado estudio el año 2003. Actualmente las exportaciones son de 350 millones de dólares anuales, en promedio. “De ahí que la soya es la partida más importante de todos los productos de exportación no tradicionales”, remarca.En el escenario actual, cada vez son más estruendosas las señales de una posible fractura del Pacto Andino,lo cual representa una seria amenaza a las exportaciones bolivianas de soya y derivados, señala el investigador, pues estos países constituyen su mercado más importante. Y “esta es una amenaza de larga data”, asegura. Así las cosas y dada la importancia de la soya para las exportaciones bolivianas, “la desaparición de los mercados andinos puede generar graves tensiones en la economía boliviana;podría precipitar una recesión”.La investigación de la que participó del Río –el equipo completo estuvo conformado por Carmen Dunia Sandoval (coordinadora), Ada Vania Sandoval, Marco Antonio del Río, Franz Sandoval, Carlos Mertens y Claudia Parada)–, presenta información valiosa para entender este proceso y la verdadera importancia de la soya en la economía nacional.Crecimiento con nombre deoleaginosasAntes de ser lo que es hoy, la soya construyó su historia en Bolivia poco a poco. “Ha sido un proceso largo, desde que algunos colonos japoneses iniciaron este cultivo en los años 70. El boom se dio en los años 90, en la medida en que los precios internacionales de este producto empezaron a subir, jalados en especial por la expansión de la demanda en los países asiáticos. El Pacto Andino,además, permitió que Colombia, Venezuela y Perú aceptaran la soya boliviana con precios competitivos en virtud de las preferencias arancelarias”, resume el economista.Esto, para Santa Cruz, representó la expansión agrícola industrial, un proceso que comenzó poco antes de los 90. La superficie cultivada en 1988 fue de 70 mil hectáreas en el departamento de Santa Cruz, lo que representa el 90, 91 porciento de la superficie cultivada a nivel nacional. Para 1994 la superficie cultivada en el departamento se había multiplicado por cuatro, llegando a 307.000 hectáreas, lo que representó el 97 por ciento a nivel nacional. Los otros departamentos donde se cultivó soya son Tarija, Chuquisaca y, eventualmente, Beni. Actualmente este comportamiento se ha consolidado, pues son estos los cuatrodepartamentos donde se cultiva la soya.En el plano de la producción, en 1988 se logró producir 142.100 mil toneladas métricas de soya en el departamento de Santa Cruz, lo que representó el 94,04 por ciento de la producción nacional. Para 1994, la producción de soya logró las 691,7 mil toneladas métricas de soya. Así, entre 1988 y 1994 la producción del departamento se incrementó a una tasa anual promediodel 30,18 por ciento. Pacto Andino, pacto de mercados El destino fundamental de este auge en la producción de soya fue la exportación hacia los países del Pacto Andino, en particular Colombia. En efecto, el auge de la soya cruceña es un clarísimo ejemplo de los fenómenos de creación y desviación de comercio internacional que general los acuerdos de integración sub-regional....