Inimputabilidad En Los Menores

CRECER SIN PROYECTOS
Hay situaciones que nos generan sentimientos desmedidos de furia, angustia, y al mismo tiempo una gran incertidumbre. La delincuencia juvenil, y el debate que se abre cada vez que algún crimen feroz es cometido por un menor de edad, nos advierten que la posibilidad de reducir la edad de imputabilidad es uno de los temas controvertidos, y que nos crean, gran preocupación;nos provocan sentimientos confusos, y contradictorios. Inexplicablemente, ha ido aumentado de manera constante en nuestro país y en varias partes del mundo, sin una razón excluyente. Pretendo intentar comprender, y desarrollar, algunos factores internos y externos, que afectan e inducen ciertos jóvenes, a ingresar a un mundo, tan triste y desolador, como lo es el de la delincuencia. Esnaturalmente cierto, que un niño no nace delincuente, y que, claramente, su personalidad se desarrollará en los primeros años de su vida.
Desde el momento, en el cual, concebimos a nuestros hijos, -ya sea, de manera deseada, o por el contrario impensada- afloran en nosotros amplísimas mixturas de sentimientos. Podemos vislumbrar, y experimentar innumerables emociones, que, quizás, nunca antes habíamospercibido, probablemente, nos pueda provocar un inmenso gozo en el alma que deje marcado a fuego nuestro corazón. Estas conmociones, tal vez, no nos conmuevan a todos por igual, seguramente, aquellos que se toparon con un inesperado embarazo, deberán dilucidar sentimientos encontrados, aunque, no es mi intención afirmar que esos sentimientos sean siempre negativos. Posiblemente, esossinsabores de no acariciar la llegada de un hijo puedan ser revertidos en aras de una profunda reflexión, o por el contrario, tal vez, conseguirán originar un sabor amargo, y una desazón inmensa en sus almas, en el cual se encontrarán sumergidos, dejando grabadas huellas irreparables en sus vidas y en las del niño por nacer.
Con la llegada del niño, nuestras vidas cambiarán para siempre, nosconvertiremos en padres, con todo lo que eso implica. Nuestra formación para ejercer como tales pareciera estar completa, simplemente por el hecho de serlo. Nada más alejado de la realidad. El nacimiento de un bebé nos sitúa como padres en el comienzo de una nueva etapa para la que nunca estamos suficientemente preparados. Ser padres nos exige la responsabilidad de ser cada vez mejores personas y ennuestras manos está poner todos los medios posibles para lograrlo, a sabiendas que nuestros errores deberán convertirse en oportunidades de mejorar y de mostrar a nuestros hijos el valor del esfuerzo y la bondad del propio proceso imperfecto.
El niño, trae consigo necesidades innatas, de las cuales, como adultos responsables de su crianza, nos convertimos en garantes proveedores, con la concienciade saber que nuestros actos son vitales para su sano crecimiento. No necesariamente me refiero a cubrir las necesidades básicas, como la comida, la ropa, una morada -que por cierto también lo son- sino a las del “alimento” del alma, a las del “abrigo” de un cálido abrazo, a las de un” hogar” constituido con indestructibles pilares, construidos con auténticos valores , y por sobre todo converdadero amor. Debemos honrar a nuestros hijos, concederles nuestro respeto más genuino, protegerlos como el tesoro más preciado que la vida no ha regalado y velar por su cuidado, son criaturas frágiles como el cristal, que con un simple golpe de palabras hirientes; mentiras; descuido; desamor pueden romperse para siempre.
Estos frágiles pequeños vienen a ocupar un lugar sublime en el mundo, en elcual ingresan como seres puros, a los que deberemos moldear, guiar, darles la oportunidad de crecer , inspirarles nuestra confianza, la que sin dudas, les será indispensable para sentirse únicos y valiosos ; para que sean ellos los que experimenten sus propias frustraciones, permitiéndoles el error , conduciéndolos por el camino de la verdad para afrontar las vicisitudes de la vida,...