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LAS PREGUNTAS DE LA VIDA
CÍRCULO de LECTORES
Barcelona: Ariel
1999
ADVERTENCIA PREVIA
El propósito de este libro es por un lado muy modesto y por otro desmesuradamente ambicioso.
Modesto porque se contentaría con servir como lectu¬ra inicial para alumnos debachillerato que deben acer¬carse por primera -y quizá última- vez a los temas bási¬cos de la filosofía occidental, planteados no de forma histórica sino como preguntas o problemas vitales. En este sentido, pretende atender fielmente aunque con cier¬to díscolo sesgo personal a las indicaciones sobre esta asignatura dictadas por las administraciones educativas.
Pero también desmesuradamenteambicioso, puesto que no renuncia a servir como invitación o proemio a la filosofía para cualquier profano interesado en conocer algo de esta venerable tradición intelectual nacida en Grecia. Sobre todo me dirijo a quienes no se preocupan tanto por ella sólo en cuanto venerable tradición sino como un modo de reflexión aún vigente, que puede ser¬les útil en sus perplejidades cotidianas. No se tratapri¬mordialmente de saber cómo se las arreglaba Sócrates para vivir mejor en Atenas hace veinticinco siglos, sino cómo podemos nosotros comprender y disfrutar mejor la existencia en tanto contemporáneos de Internet, del sida y de las tarjetas de crédito.
Para ello, sin duda, tendremos que remontarnos en ocasiones hasta las lecciones de Sócrates o de otros insig¬nes maestros pero sin limitarnos alevantar acta más o menos crítica de sus sucesivos descubrimientos. La filo¬sofía no puede ser solamente un catálogo de opiniones prestigiosas. Más bien lo contrario, si atendemos por esta vez a la opinión «prestigiosa» de Ortega y Gasset: «La filosofía es idealmente lo contrario de la noticia, de la erudición ». Desde luego la filosofía es un estudio no un puñado de ocurrencias de tertulia, y portanto requie¬re aprendizaje y preparación. Pero pensar filosóficamen¬te no es repetir pensamientos ajenos, por mucho que nuestras propias reflexiones estén apoyadas en ellos y sean conscientes de esta deuda necesaria. Ciertas intro¬ducciones a la filosofía son como tratados de ciclismo que se limitasen a rememorar los nombres y las gestas de los vencedores del Tour de Francia. Me propongointen¬tar aquí enseñar a montar en bicicleta y hasta dar ejem¬plo pedaleando yo mismo, por lejos que estén mis capa¬cidades de las de Eddy Merckx o Miguel Induráin.
Pero el lector tiene que intentar pedalear también con¬migo o incluso contra mí. En estas páginas no se ofrece una guía concluyente de pensamientos necesariamente válidos sino un itinerario personal de búsqueda y tanteo. Al final de cadacapítulo se propone un memorándum de cuestiones para que el lector repita por sí mismo la inda¬gación que acaba de leer, lo que quizá le llevará a con¬clusiones opuestas. Nada más necesario que este ejerci¬cio, porque la filosofía no es la revelación hecha por quien lo sabe todo al ignorante, sino el diálogo entre iguales que se hacen cómplices en su mutuo sometimien¬to a la fuerza de la razón y noa la razón de la fuerza.
En una palabra, léase lo que sigue como una invita¬ción a filosofar y no como un repertorio de lecciones de filosofía. Pero ¿no son precisamente esas lecciones lo que cuadra dar en el bachillerato? Y ¿acaso no es un gran atrevimiento creer que uno puede guardar el tono accesi¬ble del que pretende ser comprendido por adolescentes sin dejar por ello de tratarles comoiguales y sin renun¬ciar tampoco a ser útil a otros lectores no menos neófitos pero adultos? Pues tal es mi atrevida pretensión, en efec¬to. Me reconforto recordando que, según el poeta surrea¬lista René Crevel, «ningún atrevimiento es fatal».
INTRODUCCIÓN
EL POR QUÉ DE LA FILOSOFÍA
Árbol de sangre, el hombre siente, piensa, florece
y...
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