Jesucristo, mesías o revolucionario

FILOPOL, 2008
Bevilacqua, 1

Jesucristo: ¿Mesías o revolucionario?
Análisis de la visión de Antonio Piñero
Universidad Nacional del Sur

Rubén Bevilacqua

Actas de las primeras jornadas de filosofía política : democracia, tolerancia, libertad / compilado por Patricia Britos. - 1a ed. - Bahía Blanca : Univ. Nacional del Sur - Ediuns, 2008. Internet. ISBN 978-987-1171-92-7 1. FilosofíaPolítica. I. Britos, Patricia, comp. CDD 320.1

La característica más destacada, durante el siglo XX, en los estudios referidos a la cristología, como así también a la teología y a las investigaciones históricas, ha sido el énfasis puesto por los eruditos en resaltar la condición humana de Jesús. Esto es consecuencia natural de la utilización de la crítica literaria y de las distintas disciplinashumanísticas en torno a la figura del mesías, lo que lleva invariablemente a reconocer y amplificar su condición terrena en desmedro de los presuntos atributos divinos ya que estos últimos no pueden ser validados, ni mensurados, por los métodos modernos de investigación. Dentro de esta perspectiva, Antonio Piñero, catedrático de la Universidad Complutense de Madrid, constituye un exponente típico de laposición, expresada con gran claridad a lo largo de su extensa obra. Antonio Piñero comienza su análisis cuestionando la creencia tradicional elaborada por la Iglesia en torno al concepto de Reino de Dios. Afirma que aunque Jesús lo proclamó reiteradas veces no aclaró en ningún momento los alcances de esta idea, limitándose solamente a expresarla como algo próximo a llegar. Esto implicaría que lamisma no debería hallarse muy lejos de las creencias dominantes en el pueblo judio, durante el siglo I d. C., con respecto a los atributos mesíanicos, ente los cuales debía primar tanto lo religioso como lo militar, dentro de un marco económico de gran prosperidad general. En efecto, el propósito principal de Cristo sería lograr la instauración de un reino político que no sólo desplazaría alimperialismo romano en Judea sino que también alcanzaría un carácter universal (1). Refiriéndose a las verdaderas intenciones del Mesías nos dice: “De participación en la vida del imperio ¡nada! Si en sus manos estuviera, Jesús habría deseado la aniquilación del

estado vigente para ser sustituido por otro, cuyo único monarca en verdad sería Dios” (2). Aún cuando Jesús no fuera un revolucionariozelota, ni procamara una revuelta armada contra los romanos, sería, no obstante, partidario de propiciar la constitución de un reino judio basado en la previa conversión religiosa de sus integrantes a través del arrepentimiento y del estricto cumplimiento de la ley mosaica. Por lo tanto, constituiría un error considerar a Cristo como un líder “pacífico y universalista”, complaciente no sólo con lasautoridades romanas sino también con cualquier otro tipo de estado ya que el deseo de Jesús no se detendría en su exhortación a un cambio espiritual y mental en cada creyente sino que se elevaría hasta conseguir una transformación social, económica y política de la totalidad de su pueblo sólo operable a través de la destitución de las autoridades de ocupación, juntamente con la complicidad de suscolaboradores. Piñero nos ilustra esta posición con distintos ejemplos, uno de los cuales es el incidente del pago del tributo al César. La exégesis tradicional considera que la postura de Jesús implica la legitimidad de dicho pago pero “bien considerada la respuesta, el significado de ella puede ser exactamente lo contrario: al César sólo debe dársele lo que es propio de él; la tierra de Israel essólo de Dios, es propiedad exclusiva de la divinidad; entregar al César el importe de una exacción que sale de la tierra de Israel es dar al emperador lo que es de Dios. Por consiguiente, los judíos deben abstenerse de pagar el tributo” (3) (Cfr. Mc 12, 11 y ss). Por supuesto la astucia de Jesús le impidió decirlo explícitamente pero esto surgiría con nitidez de un comentario posterior del...