Kitsch
Pero la sociedad desigual, basada en la explotación, tiene sus peculiares contradicciones. Una de ellas, impuesta por las leyes económicas, exige la ampliación del mercado para los productos «superfluos»; esto solo es posible si se convence al posible comprador de que con la adquisición, su condición vital y social se va a ver notablemente mejorada. Asísurgiría el kitsch, palabra que puede designar provisionalmente a los objetos o productos culturales revestidos con un baño «artístico» y destinados a un consumo masivo e indiscriminado. La noción es de una importancia capital para entender las relaciones entre los medios de masas y la historia del arte, para la clarificación misma de la compleja cuestión de la «artisticidad».
El kitsch noexistía antes del siglo XIX. Moles señala que el término, en su forma moderna, aparece en Munich hacia 1860, y su difusión es paralela a la sociedad del bienestar burgués y a la del consumo de masas actual. Antes de proseguir conviene que nos fijemos en una idea: para los analistas del kitsch este no aparece simplemente como algo alejado del arte, sino como su antítesis. Sobre esto, Gillo Dorfles diceque en la sociedad tradicional «existían ejemplos de arte "mediocre", obras de artistas menores, de epígonos y seguidores de los maestros, obras que obviamente no constituían obras maestras, pero que sin embargo entraban en las grandes corrientes del arte auténtico. También entonces existía, como es lógico, una jerarquía de valores artísticos, pero no una categoría que —en cierto sentido— puedaconsiderarse como arte de signo contrario: un quid que tiene las características extrínsecas del arte, pero que es su negación». Para Hermann Broch «el kitsch se ve obligado a copiar los rasgos específicos del arte»". Consumir kitsch para quien no esté avisado sería, por lo tanto, coma consumir arte, ennoblecerse participando del prestigio que envuelve a esta noción aristocrática. Esta es la trampa:el sistema desigual-autoritario exige el férreo mantenimiento de unos criterios axiológicos de valor predefinidos por los especialistas de la alta cultura, pero no puede sustraer a la necesidad de ofrecer una versión comercial, que asequible, de los objetos-símbolos-procedimientos que ocupan la cúspide de la estimación sociocultural. Lo ofrecido y consumido, sin embargo, es analizado de tal modopor los especialistas de la cultura, que queda relegado a la categoría del kitsch, a una especie de falsedad, de intento-de-arte-que-no-logra-serlo. Un mismo sistema social logra vender un valor-arte (circuito comercial) que a la vez es negado rotundamente como tal (circuito cultura). El círculo es perfecto. Arte y kitsch son dos términos necesarios e interdependientes en el plano económico y en elconceptual, Si el arte «vale» (comercialmente, en primer valor implica evitar la inflación, pues una proliferación de obras artísticas terminaría produciendo una «rebaja». Como en cualquier otro producto «comercializable». La inaccesibilidad de las «esencias» artísticas se mide por la cantidad de imitaciones fallidas que suscitan. He aquí por qué es necesario el kitsch, la noción del kitsch:cuanto más abundante sea éste más brillará la autenticad del «arte»; cuanto más divulgado, más resaltará el carácter aristocrático del poseedor del «arte». El kitsch se define frente al arte y éste frente a aquél. En un mismo campo, con unos mismos procedimientos e intenciones, arte y kitsch, materia y antimateria, cara y cruz de una misma realidad, la cual es parte del aparato ideológico que haceposible la dominación. Hay una sola diferencia, qué casualidad: el kitsch tiene su campo de expansión preferente en la cultura popular y utiliza los únicos recursos productivos que podrían propiciar hoy la liberación de las masas; el arte en cambio, se mueve en el dominio de la «alta cultura» y es producido, generalmente, en condiciones artesanales de dudosa significación colectiva.
Veamos una...
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