La bata de las flores rojas y verdes
Páginas: 4 (764 palabras)
Publicado: 7 de febrero de 2011
LA BATA DE FLORES ROJAS Y VERDES
Imperturbable a las circunstancias, el niño oriental juega con la alargada caja de cartón, la sostiene, la eleva acompasada por los sonidos que escapan de su boca:motores, disparos o viento al ser cortado cuando un objeto lo atraviesa a toda velocidad. Lo miro con disimulo, sin querer entorpecer su fantasía, mientras, su padre me despacha con un ojo en la cajay el otro en la puerta del local con las persianas entreabiertas. El pequeño permanece ahí, absorto en su juego, ajeno a huelgas generales y piquetes informativos. Alejado de los problemas de supadre, su única preocupación es que su pequeña caja no caiga derribada por el fuego enemigo.
De 1963, el año en que se escribe ésta novela, al pasado miércoles han pasado casi 50 años. Por ello mealegra descubrir que algunos niños siguen jugando igual que Quico, el protagonista de nuestra historia. Quico es un pequeñajo de unos de 3 años y medio, que vive aun en el juego y la ilusión.Descubriendo el mundo día a día, es capaz de encontrar pequeños tesoros en las cosas más insignificantes. Quico pregunta, investiga, descubre, miente. El aprendizaje que realiza en un solo día podría equivaleral que un adulto adquiere en varios meses. Pero Quico ha sido sustituido en el trono familiar. Ya apenas nadie celebra sus pequeños logros que publica a viva voz. Demasiado pequeño para su hermanomayor, Juan y demasiado mayor para su hermanita pequeña, Cristina. Quico se rebela como chico travieso, en una evidente e incesante búsqueda de la atención perdida.
Pero si algo me llama la atenciónde la novela de Delibes, es la frialdad de la madre de Quico, la bata de flores rojas y verdes, que en ocasiones, resulta descorazonadora. La madre muestra una empatía casi nula con su pequeño, quizáensimismada en sus problemas, no presta la suficiente atención. Prefiere seguir haciendo punto a dar un paseo con sus hijos o a disfrutar de ellos, de sus juegos. Con Quico se limita a la amenaza y...
Imperturbable a las circunstancias, el niño oriental juega con la alargada caja de cartón, la sostiene, la eleva acompasada por los sonidos que escapan de su boca:motores, disparos o viento al ser cortado cuando un objeto lo atraviesa a toda velocidad. Lo miro con disimulo, sin querer entorpecer su fantasía, mientras, su padre me despacha con un ojo en la cajay el otro en la puerta del local con las persianas entreabiertas. El pequeño permanece ahí, absorto en su juego, ajeno a huelgas generales y piquetes informativos. Alejado de los problemas de supadre, su única preocupación es que su pequeña caja no caiga derribada por el fuego enemigo.
De 1963, el año en que se escribe ésta novela, al pasado miércoles han pasado casi 50 años. Por ello mealegra descubrir que algunos niños siguen jugando igual que Quico, el protagonista de nuestra historia. Quico es un pequeñajo de unos de 3 años y medio, que vive aun en el juego y la ilusión.Descubriendo el mundo día a día, es capaz de encontrar pequeños tesoros en las cosas más insignificantes. Quico pregunta, investiga, descubre, miente. El aprendizaje que realiza en un solo día podría equivaleral que un adulto adquiere en varios meses. Pero Quico ha sido sustituido en el trono familiar. Ya apenas nadie celebra sus pequeños logros que publica a viva voz. Demasiado pequeño para su hermanomayor, Juan y demasiado mayor para su hermanita pequeña, Cristina. Quico se rebela como chico travieso, en una evidente e incesante búsqueda de la atención perdida.
Pero si algo me llama la atenciónde la novela de Delibes, es la frialdad de la madre de Quico, la bata de flores rojas y verdes, que en ocasiones, resulta descorazonadora. La madre muestra una empatía casi nula con su pequeño, quizáensimismada en sus problemas, no presta la suficiente atención. Prefiere seguir haciendo punto a dar un paseo con sus hijos o a disfrutar de ellos, de sus juegos. Con Quico se limita a la amenaza y...
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