La composición humana como principal herramienta para entender si es o no posible la inmortalidad del ser

UNIVERSIDAD DE ORIENTE
NÚCLEO DE SUCRE
ESCUELA DE HUMANIDADES Y EDUCACIÓN
DEPARTAMENTO DE FILOSOFÍA Y LETRAS

Asignatura: Literatura Española III

LA COMPOSICIÓN HUMANA COMO PRINCIPAL HERRAMIENTA PARA ENTENDER SI ES O NO POSIBLE LA INMORTALIDAD DEL SER

Mini monografía basada en el ensayo “El hambre de inmortalidad”
del autor español, Miguel de Unamuno

Autor:
Br. Gabriel AntonioVelandia Tellería
C.I.: V 19538329

Cumaná, febrero de 2011
INTRODUCCIÓN
Según el Cristianismo, corriente religiosa por la que me inclino (y la más referida en el texto base de esta monografía), la historia de la humanidad tuvo un inicio llamado “Edén” y tendrá un final que, paradójicamente, se llama “Eternidad”, pero siempre posterior a la muerte (ya sea en la beldad del firmamento, ya seaen la ignominia del infierno).
Jehová Dios ya había hecho el cielo, los suelos, las plantas, los mares y muchas especies de animales; el oxígeno existía como obra de sus manos, el sol brillaba en el espacio y brindaba calor al planeta, la luna era la otra lumbrera. Había frutos, flores, colores y formas. Diseñó a la perfección todo cuanto le plació, y para ir concluyendo toda aquella maravilla,el Creador se dispuso a “coronar” su creación: en el Edén sopló aliento de vida sobre el primer hombre que el mundo conocería.
“Adán”, así se llamó aquel hombre creado por Dios en primicia, en quien Él depositó la más grande responsabilidad que nunca antes había delegado, sería el mayordomo de todo lo creado. Inmortal, por cierto, también fue pautado. Escaso tiempo después, le dio a conocer aEva, su mujer. Ordenó algunas cosas, prohibió algunas otras, advirtió de consecuencias y recibió una respuesta: la desobediencia. Desde entonces, la muerte entró al mundo y con ella, el fin de los días de cada integrante de la futura (y hoy presente) humanidad.
He aquí, en esta reconocida y remota historia, una posible raíz de la sed de vivir para siempre, en tanto que nuestros orígenes noconocían la muerte, mas sí la eternidad (inmortalidad); para ella fuimos creados, y por ende, a ella abrazamos, anhelamos.
El célebre autor español Miguel de Unamuno y Jugo, miembro de la generación del 98, escritor de una gran variedad de géneros literarios y hombre culto que trascendió en el mundo de las letras hispanoamericanas, en su ensayo “El hambre de inmortalidad”, aborda, con transparenciay profundidad, la temática de la inmortalidad del ser humano, contrarrestando la hipocresía en la que muchos sucumben cuando del asunto se trata y planteando que ésta es un deseo (tal vez no tan utópico) intrínseco en las venas de los hombres.
Oportuna es entonces la ocasión para mirar en lo de la inmortalidad, y siendo el hombre el dueño de este ardiente deseo, para entenderla, hemos primerode entenderlo.
Esta investigación, persigue el ineludible objetivo de edificar en la enseñanza, de construir aprendizajes y de beneficiar a los ávidos lectores que no nos conformamos con el aquí y el ahora, en tanto consideramos el mañana, el después, aquello próximo, eso que Unamuno asoma como inmortalidad, eso que, si no se aspira, es porque se limita, en miedos, temores y fronteras efímeras;eso que si no se asume, es por mediocridad y conformismo, eso que si no se necesita, es por autoengaño y automentira; eso que, ciertamente, es nuestra hambre. “¡Eternidad! ¡Eternidad! Éste es el anhelo […]” nos dice Unamuno.
Antes de ser lectores, estudiosos, académicos, profesionales, hijos, padres, madres, amigos, trabajadores o lo que sea, somos personas, somos hombres; de allí originado elhecho de conocer la composición de esta complejidad que significamos, de ahondar en nosotros, en el cómo estamos conformados.
En mi opinión, sólo así sabremos si es posible ser inmortales, si está permitido, en las leyes de este mundo (y no sólo el que vemos), que los hombres superen el abismo de la muerte, lo finito de la vida vivida, ésa que se estima sumamente bondadosa y agraciada pasados...