la falta de valores


A MODO DE INTRODUCCIÓN

En épocas como la actual, el desafío de escribir parece haber relajado las amenazas, ya que cuanto menor es el número de teorías completas y de principios indiscutibles,menor es también es la posibilidad de ser descalificados. Hoy las diferencias parecen haber ganado su derecho de existencia en lo que se piensa y en lo que hace. Pero, las acechanzas se renuevan y seagrandan si en épocas, como la actual, en la que se suaviza la polémica, alguien tiene la osadia de escribir afirmaciones de este estilo: “se puede, aun en nuestros tiempos, establecer el limite quediferencia los valores de los antivalores”. Entonces, es posible que se despierten los demonios dormidas y reaparezca la polémica. Tenemos esa secreta esperanza al empezar. Despertar las pasiones entorno a la dirección y sentido de vida. Porque esas pasiones indicarían que no estamos tan desorientados al pensar que en la historia de las teorías, las experiencias y las practicas nunca se desplazandel todo, sino que se superponen y se mezclan, conviniendo en una paz muy precaria.
Tenemos una profunda desconfianza por los críticos acérrimos de la sociedad actual. Preferimos, en cambio, dejarnosatrapar por nuestra época para descubrir las puertas que ella nos deja libres. Nuestro tiempo no es mejor ni pero que otros, es simplemente el nuestro
La enseñanza de los valores en el sistemaeducativo tiene hoy caminos abiertos. Si hemos tenido el atrevimiento de comenzar a poner algunos nombres a esos caminos es porque la práctica de enseñar no nos deja alternativas.
El recorrido de nuestrareflexión nos condijo a descubrir que la enseñanza de valores necesita instalar una condición previa: recuperar al docente y al alumno como personas, y su relación mutua como un espacio a dondeintervengan los contenidos de las personas, un lugar donde se activen las experiencias vividas, los sentimientos, las convicciones íntimas. Arraiga, la enseñanza en las convicciones y entusiasmos del que...