La Formación Docente

Me declaro culpable
¡Soy culpable! ¡Sí! ¡Lo acepto! Me declaro culpable y sin derecho a fianza, por haber cometido, durante tanto tiempo, un crimen que ni con todo el oro del mundo podría remediar, un crimen que sin darme cuenta ha causado tanto daño a mis semejantes, compañeros, amigos, a la nación entera.
Toda esta atrocidad inició cando era yo apenas un niño, ya que siendo incapaz deformarme juicios racionales, objetivos y de valor empecé a formar como parte de mis ideas, sentimientos y percepciones un concepto bastante erróneo e injusto de esta profesión que más que eso representa una pieza clave sobre la cual se sustenta uno de los sistemas más importantes de nuestra sociedad, la educación, esta profesión que puede mencionarse a través de muchos nombres: docencia en términosformales, licenciados en educación si lo queremos hacer zona con verdadero impacto y rimbombancia o por el contrario, profesiones o maestros, si lo hacemos de la manera más común y humilde.
Empezó, a través de las constantes críticas que diferentes personas cercanas a mi realizaban y que yo escuchaba, personas que van desde mis padres y otros familiares, hasta mis vecinos, conocidos y gentecompletamente externa, como el señor que vende golosinas fuera de mi escuela, la señora de la tiendita de la esquina, la de la tortillería o el albañil que construye la casa de enfrente. Sin embargo, en esta etapa de mi vida, todo esto creaba una enorme confusión en torno a la imagen y la visión que representaba para mí la escuela y ese espacio que distaba mucho de ser un lugar en el que yo quisiera odeseara estar, lo que además alentaba en gran medida la enorme flojera que sentía no mi cuerpo, si mi mente, para levantarme e ir a la escuela, para realizar las diversas actividades que diariamente tenía que llevar a cabo en mi salón de clases y para hacer las tareas durante la tarde me dejaba mi maestro, de quien casi me olvido, porque no representaba para mi, nada más que un sujeto más que se parabaal frente, caminaba por los pasillos y trataba de enseñarme unas cuantas cosas.
Este crimen, continuó a lo largo de mi vida cuando era yo ya un adolescente, y en dónde la culpa que hoy siento realmente empezó a caer sobre mis hombros, porque ahora si tenía ya la capacidad, la madurez y la mentalidad para crear mis propios juicios de valor, mis ideas y concepciones en torno a toda estasituación. Aquí, influyeron nuevos sectores de la sociedad que contribuyeron fuertemente a que yo, empezara a repudiar la tarea educativa, pero sobre todo a los sujetos encargados de comandar este proyecto: los maestros. Influyeron principalmente mis amistades, quienes atravesando por esta delicada y complicada etapa, no hacían más que quejarse de las obligaciones que como estudiantes teníamos que realizar,porque nuestra principal meta era pues divertirnos y en ese absurdo afán, aprovechábamos cualquier rasgo particular de un maestro, cualquier error o una mínima situación para burlarnos de él.
Y tengo que hacer una mención especial y sobre todo dar las gracias a los maravillosos y espectaculares medios de comunicación, que quienes con sus comentarios destructivos en las noticias de todos losdías, sus anuncios en televisión, radio e Internet, los espectaculares, las entrevistas, reportajes, los carteles, las campañas educativas, los atroces comunicados con cifras alarmantes y ahora con la creación hasta de películas contienden por el primer lugar en la carrera por ganar el concurso “Destruye al Maestro Mexicano”.
Continúo con mi confesión y prepárense, porque lo que viene, es aún másfuerte, pero sobre todo vergonzoso. Acepto como parte de mis culpas que cuando decidí ser maestro, fue porque me casé con esa muy conocida frase que dice, más o menos así “Voy a ser maestro porque principalmente la carrera es muy fácil, además, cuando ya esté titulado voy a tener muchos beneficios, pocas horas de trabajo al día, descanso completo el fin de semana, vacaciones pagadas, aguinaldos...