La Frontera Indómita

LA FRONTERA INDÓMITA

La frontera indómita retoma dos constantes que atraviesan la obra de esta singular autora argentina: la idea de que la infancia es, más que unperíodo biológico, un estadio determinado culturalmente; y la conciencia del papel que desempeña en la cultura (fantasía/realidad), entendida como la

oposición entredos conceptos que, socialmente utilizados, posibilitan a determinadas experiencias. Escrito con belleza, el texto que compone esta obra gira en torno a la construccióny defensa del espacio poético, un espacio en el que Graciela Montes percibe las regiones más vitalmente importantes de la experiencia humana. Es el que permite lacreación artística, pero sobre todo el que posibilita a cada uno de nosotros convertir la cultura en experiencia y no en un enorme cementerio de saberes, en el terreno dela educación.Es un territorio necesario y saludable, el único en el que nos sentimos realmente vivos, el único en el que brilla el breve rayo del sol. Si ese territoriode frontera se angosta, si no podemos habitarlo, no nos queda más que la pura subjetividad y, por ende, la locura o la mera acomodación al afuera, que es una forma demuerte”.La autora alega también, al papel que hace la escuela con sus propios códigos y con la posibilidad de poner a la literatura en un lugar, en el lugar de educar enla literatura, donde los buenos mediadores faciliten ese ensanchamiento de fronteras, para construir imaginarios, para no dejarse domesticar, para recuperar elsentido, para hacer cultura. Para ello es necesario que cada uno construya sus propias rutas como personas adultas para poder impulsar a otros a transitar este camino.