La historia del naufrago
Servente miró la cara de la chica y le dijo a su compañero: "Se la ve muy tranquila, che". Pero el avión había temblado y pronto sedieron cuenta de que perdía altura. Volaba cayendo y cayendo, y en un momento rozó las crestas del océano y el ala derecha se partió con un horrible crujido. Fue entonces cuando el Curtis, por lainercia del golpe, se dobló hacia la izquierda y se clavó en el mar. La superficie de agua era, a esa velocidad, como una pared de concreto, y el choque fue tan duro que cincuenta y cuatro pasajerosmurieron desnucados en ese movimiento seco. Luego, las autopsias confirmarían que sólo cuatro de ellos tenían agua en los pulmones: habían muerto ahogados luego de haber sobrevivido al impacto. Pero lainmensa mayoría casi no sufrió; sólo experimentó un dolor corto y letal.
El ingeniero se distinguió del resto porque, en un movimiento instintivo, se agachó en posición fetal y, a pesar de que se abrióla frente contra el asiento delantero, salvó su cuello de ese crac maldito. Cuando levantó la cabeza, vio que el techo se quebraba, y que se le venía encima una ola enorme de agua verde y brillante.La masa avanzó arrasando todo, mientras Servente intentaba desesperadamente soltarse el cinturón y pararse. Hizo a continuación lo que hacía en la playa con las olas grandes: se agachaba y cerraba...
Regístrate para leer el documento completo.