La iliada y la odicea
- ¿A las escondidas?... ¿y cómo es eso?- Es un juego -explicó la LOCURA- en que yo me tapo la caray comienzo acontar uno hasta un millón mientras ustedes se esconden y cuando yo haya terminadode contar, el primero de ustedes que yo encuentre ocupará mi lugar paracontinuar el juego.
El ENTUSIASMObailó secundado por la EUFORIA, la ALEGRÍA dió tantos saltosque terminó por convencer a la DUDA, e incluso a la APATÍA, a la que nunca leinteresaba nada.Pero no todos quisieron participar... laVERDAD prefirió no esconderse, paraqué? si al final siempre la hallaban, y la SOBERBIA opinó que era un juegomuy tonto (en el fondo lo que le molestaba era que la idea no hubiese sido deella) y la COBARDÍAprefirió no arriesgarse...
- Uno, dos, tres... -comenzó a contar la LOCURA.La primera en esconderse fue la PEREZA, que como siempre se dejó caer trasla primera piedra del camino, la FE subió alcielo y la ENVIDIA se escondiótras la sombra del TRIUNFO que con su propio esfuerzo había logrado subir a la copa del árbol más alto.La GENEROSIDAD casi no alcanzaba a esconderse, cada sitio que hallabaleparecía maravilloso para alguno de sus amigos...
¿Que si un lago cristalino?, ideal para la BELLEZA. ¿Que si la hendija de unárbol?, perfecto para la TIMIDEZ. ¿Que si el vuelo de la mariposa?, lomejorpara la VOLUPTUOSIDAD. ¿Que si una ráfaga de viento?, magnífico para laLIBERTAD... Así, la GENEROSIDAD terminó por ocultarse en un rayito de sol.El EGOÍSMO en cambio, encontró un sitio muy buenodesde el principio,ventilado,
cómodo... pero sólo para él. La MENTIRA se escondió en el fondo de losocéanos (mentira, en realidad se escondió detrás del arcoiris), y la PASIÓN y elDESEO en el centro...
Regístrate para leer el documento completo.