la llaga

Ponencia para el IX Encuentro de Arte, Creación e Identidad Cultural en América
Latina / 15 y 16 de Octubre de 2009, Facultad de Humanidades y Artes,
Universidad Nacional de Rosario.

NOTAS SOBRE LA NOVELÍSTICA DE GABRIEL CASACCIA, UN ESCRITOR MALO
Carla Benisz (UBA)
Mario Castells (UNR)
2009

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La épica nace cuando los hombres se desplazan y desafían a los dioses: ¿vas a viajarconmigo a Troya o te vas a quedar cerca de las tumbas en Argos y Tanagra? La
primera victoria del hombre sobre los dioses es obligarlos a acompañarlo a Troya,
obligarlos a viajar. La épica nace de esta peripecia. El mito –nadie, entre nosotros,
sabrá esto mejor que Juan Rulfo- permanece junto a las tumbas, en la tierra de los
muertos, guardando a los antepasados, viendo que se queden quietos.Pero por su carácter mismo de viaje, de peregrinación, la épica es la forma literaria
del tránsito, el puente entre el mito y la tragedia.
CARLOS FUENTES, “La Ilíada descalza”, Liminar a Los de abajo, de Mariano Azuela
Creo que somos una colectividad en peregrinación. (…) En mis novelas, este mito de
la peregrinación, de un país en peregrinación, se da a través de muchos episodios
queconformaron una especie de ciclo ritual que se repite constantemente. Porque el
hecho mismo de ser una isla, condena a que nuestra peregrinación en busca de la
tierra perdida, que es uno de nuestros mitos esenciales, el yvy marane’y, no pueda
atravesar el horizonte, puesto que somos una isla rodeada de tierra. Estamos
condenados a dar vueltas al rededor de nosotros mismos. Y entonces cadaperegrinación se vuelve no solamente religiosa sino trágica… en el sentido de los
trágicos griegos, incluso.
AUGUSTO ROA BASTOS, El portón de los sueños, film de Hugo Gamarra Etcheverry

1- Cinismo épico-trágico
“En la épica –dice Wolfgang Kayser, y su juicio se aplica sin duda a la
novela, una de sus formas- la narración sirve para crear un mundo” (Kayser 1961:
p. 563). El Paraguay ha vivido siempre latragedia agónica de su propia geografía
política, y en el caso de la novelística de Gabriel Casaccia, esta epicidad construye
más bien un inframundo, un cerco imposible de trasponer, y el lector, desde
cualquier abordaje y ya en la primer página, siente entre él y el mundo de su saga,
la interpolación de ese determinismo trágico.
Observando, pues, en qué elementos estriba el efecto artísticode esta obra,
el primero que se ofrece es la descripción detenida y exacta de un ambiente
geográfico, natural y cultural cuyo máximo exponente se manifiesta en la irrupción
de Areguá como anti-aldea mítica o más bien caja de resonancia de un teatro de la
crueldad ordinario y fatal. Pero este entramado de descripciones realistas, esta
fidelidad admirable con la que Casaccia representa tipos ypaisajes, tampoco es lo
que más se fija en la mente del lector. Su obra registra, como dice Feito, “el
devenir diario que la nutre frente a lo cual el autor reacciona como si fuera un
cronista” (Feito en Casaccia 1996: p.9) O como asevera Pérez-Maricevich: “instala
en la narrativa de su país el objetivismo en la configuración del mundo novelístico,
(objetivismo que él logra en función de supersonal distanciamiento irónico con
respecto a lo que narra)” (Plá y Pérez-Maricevich 1969: p. 7). Y lo imaginativo se
nos presenta “en una aguda percepción de movimientos, procesos o estados
psicológicos (…) Es decir, que el paisaje o la realidad circundante no domina a los
personajes” (Feito en Casaccia, op. cit.). Y si bien es cierto que se inclina a
producir una literatura en algúnaspecto costumbrista, por cuanto trata de reflejar
en forma colectiva las preocupaciones sociales de su pueblo, no lo hace para
destacar aspectos pintorescos o críticas morales en el sentido que lo hacen las
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novelas pedagógicas como Doña Bárbara o Don Segundo Sombra, para mencionar
dos ejemplos arquetípicos. Ese costumbrismo se entiende como medio para llegar
a la dimensión que finalmente...