la maldad
El demonio del sueño rondaba en mi habitáculo, mas estavez, no me había dejado vencer.
La noche se precipitaba encima nuestro mientras de aquella mordaz sombra amorfa comenzaba a emerger una silueta.
Un gato.
Negro y grotesco como tal.Morbosamente deforme
Pero era innegable que aquella sombra había transmutado su silueta para emular aquel repugnante gato.
Sus ojos asimétricos me observaban fijamente.
Parecían casi ojoshumanos, o por lo menos irradiaban un atisbo de humanidad tras su horrenda deformidad.
Negros y profundos como tal.
Parecían esconder tras de si, una sabiduría absoluta.
Su sombría anatomía eradiminuta, en contraste con su presencia que no era menos que abrumadora.
Absorto por la soberanía que inspiraba aquella malévola visita nocturna, me vi obligado a arrodillarme para reverenciar suabsoluto poder.
Aquel… ente, no podría llamarlo de otra manera, se acerco hacia mi y comenzó a regurgitar hasta vaciar completamente su estomago.
El fluido era mayormente rojo carmesí,tornábase morado y verduzco también.
Viscoso y fétido como cualquier fluido corporal descompuesto.
Mi alegría se acrecentó cuando me permitió alimentarme del producto de sus fauces.
Repugnante yobsceno como tal.
El dolor y la angustia menguaban a medida que mi estomago se retorcía al probar bocado tras cinco días de abstinencia obligada.
Finalmente mi hambre se vio saciada.
Alcéla mirada hacia mi benefactor.
Aquel ser que aun me miraba fijamente abrió su boca y proclamó con determinación:
No te dejare morir
Mis oídos ingenuos no daban fe de aquellas palabras.Ese ente…
Ese ser que aparenta encarnar la maldad pura me concede el mayor de los regalos al librarme de la muerte
Aturdido por aquella repuesta pregunte:
¿Por que?, dímelo tú señor de...
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