La psicología comparada

[p. 358]Capítulo 20.
La psicología comparada del hombre y los animales superiores


En los dos últimos capítulos me he esforzado en indicar la relación de la evolución mental con la evolución en general, y para mostrar que la síntesis selectiva que da unidad a la mente individual es de naturaleza similar a aquello que el estudio de la evolución dilucida a través de sucesos naturales.Debemos ahora retomar el asunto donde lo dejamos al final del decimosexto capítulo, en el cual argumentaba que un gran porcentaje de las actividades de los animales pueden ser explicadas a grandes rasgos como debidas a la adaptación inteligente mediante la asociación basada en la experiencia sensible. Admito que hay un pequeño -en mi opinión muy pequeño- porcentaje destacado de casos, cuyaexplicación parece involucrar la atribución a animales de facultades de percepción y pensamiento racional. Pero viendo la pequeñez del número de casos de este tipo, y viendo la característica anecdótica del registro, es en mi opinión -una opinión que no dudaré en cambiar, si los resultados de la investigación sistemática y de la observación experimental cuidadosamente conducida me exigieran hacerlo- que, sifueran conocidas todas las circunstancias conocidas, este porcentaje destacado desaparecería, y todo el rango de actividades animales sería explicable como el resultado de la adaptación inteligente. Si así fuera, entonces, al comparar la psicología del hombre y los animales superiores, la diferencia radical está en el hecho de que el hombre percibe relaciones particulares entre fenómenos, yconstruye los resultados generalizados de estas [p. 359] percepciones en el tejido de su pensamiento conceptual; mientras que los animales no perciben las relaciones, y no tienen pensamiento conceptual, ni el conocimiento -si usamos tal palabra para denotar el resultado de tal pensamiento conceptual. Ya sea que esta conclusión (o hipótesis, si se prefiriera esa palabra) sea válida o no, se tendrá queaclarar, si es que puede ser aclarado, no por un número de anécdotas, -interesantes, y hasta cierto punto valiosas, como tales anécdotas son-, sino por observaciones experimentales cuidadosamente conducidas, llevadas a cabo hasta donde fuera posible dentro de condiciones bien controladas.
No es mi intención aquí volver a caminar el terreno que ya hemos recorrido. Ya se ha hablado lo suficiente enese aspecto de la psicología comparada de hombres y animales. Pero existen otros aspectos, sobre los que ha sido hablado poco. El aspecto emocional de la vida psíquica, por ejemplo, ha recibido escasa consideración.
En el capítulo de Automatismo y Control, afirmé que primitivamente, y en los organismos inferiores, el control es determinado por el predominio del tono placentero o doloroso en loscentros sensoriales que en cualquier momento dado están conspirando para influir en el centro de control. Pero agregué que, para el hombre, en tanto es un ser reflexivo que enmarca ideales de conducta, esta afirmación era muy grosera, y contradicha por la experiencia, a menos que extendamos el significado de las palabras “placentero” y “doloroso” de una manera que apenas puede ser satisfactoria.Ahora bien, los estados emocionales de hombres y animales son extraordinariamente complejos.. Asociado con cada elemento de sensación hay, o puede haber, un tono emocional. Usaré esta expresión para denotar el aspecto de la sensación en virtud del cual el organismo que la experimenta tiende por un lado a buscar su continuación o repetición, o por el otro lado a excluirla de la conciencia. Ahorabien, como ya hemos analizado, los estados de consciencia que constituyen la oleada psíquica de la psicología empírica [p. 360] son excesivamente complejos, integradas por impresiones o ideas focales y un contexto marginal. Las sensaciones motoras contribuyen en gran medida a los estados de consciencia. Y lo que llamamos estados emocionales son el resultado neto de la sumatoria del tono...