La Psicomotricidad En Los adolescEntes

La “Quietud” del Psicomotricista.*
Sevilla. Dic.2001
*Ponencia presentada en el I Congreso de la Federación Española de Asociaciones
Profesionales de Psicomotrcistas. Barcelona Nov. 99. Revisada y actualizada por el autor.
*2002: “La “Quietud” del Psicomotricista”(revisado). Rev. Entrelineas Nº 11. ISSN:1575-0841.
Edita. APP. Barcelona.
*2001: “La quietud del psicomotricista”. Actas ICongreso Estatal de Psicomotricidad.
ISNB: 84-607-2640- I. Edita: FAPEE. Barcelona.

A modo de Introducción.
Ante todo, un cordial agradecimiento tanto a la Organización, como al Comité Científico, a los
ponentes y a todos los participantes.
Bien. Comenzaré por una pequeña reflexión teórica para, luego continuando con un caso clínico,
arribar a alguna conclusión.
Esta profesión nuestra, resultauna tanto extraña, apasionante y enigmática, a la vez.
Personalmente, no deja de sorprenderme de continuo, y espera siga haciéndolo.
Hace un tiempo, en uno de los cursos organizados por la Escola de Expressió de Barcelona, una de
las alumnas comentaba: ”llevo años recibiendo cursos de formación, y todavía no sé bien como
situarme, ni cual es mi lugar...”
Efectivamente, pasado un ciertotiempo, todo psicomotricsta, llega a ser un tanto filósofo y
epistemólogo de su propia experiencia.
Si recordamos la definición de Samí- Alí en torno al Cuerpo como Real, Simbólico e Imaginario,
ternario, que a su vez toma prestado de J. Lacán del “El Estadío del Espejo”, podremos comprobar,
en consecuencia que hay tres maneras de enfocar la concepción del Cuerpo, la Motricidad y el
acceso al Yo.El Cuerpo como Real, nos lleva al organismo, entonces a la Motricidad, a las Neurociencias, a la
Fisiología y en última instancia a la Rehabilitación.
El Cuerpo Imaginario, nos remite a la personalidad, al desarrollo evolutivo, al Esquema e Imagen
Corporal. A la Expresividad, a la Antropología, al aprendizaje y, al final, a la Ayuda y reeducaciones
Psicopedagógicas.
El Cuerpo en tantoSimbólico, sin embargo, pone su acento en el Sujeto, el del Inconsciente, en la
vertiente histórica y linguística del humano. Concepción sistematizada por el Psicoanálisis y las
denominadas Logociencias. Es la vertiente Terapéutica.
Esta triple visión del individuo se sostiene, a su vez, en los llamados: Paradigmas- Kuhn- del
conocimiento humano. Como, en este caso, pudieran ser: el modelo Cognitivo,el Mecánicoorganicista y el denominado modelo Psicodinámico (evidentemente, habrían Modelos o Paradigmas
explicativos que “casan” mejor entre sí, y otros que “se dan de tortas”).
Remitiéndonos ahora a la Historia, tenemos a numerosos autores conocidos, que intentan
desarrollar una concepción global e integradora del sujeto como tal. Globalidad, imposible de
conseguir, por definición,simplemente porque el hecho de ser parlantes, hace que la palabra no
pueda decirlo todo de todo.

Porque, digámoslo de una vez, según que concepción tengamos del ser humano, así se conformará
nuestra idea de la patología y por lo tanto, de los modos de intervención que llevaremos a cabo (J.
Lacán. 56). Es por esto, que la práctica de la Psicomotricidad, mantiene una dialéctica continua entrePráctica y Teoría, por un lado, y los diferentes Modelos que la fundamentan, por otro.
Dicho de otra manera. La Psicomotricidad delimita al norte, con la Fisioterapia y terapia
Ocupacional. Al sur con la Educación y Reeducación Física, al este podemos situar las prácticas
Psicológicas, Dinámicas de Grupo y Familiares. Y al oeste, el Psicoanálisis.
Y, en medio, nos encontramos a la Psicomotricidad,haciendo límite, “frontera”(E. Trías), “borde”,
es decir, permeable a las aportaciones de otros saberes que la enriquecen de continuo. Pero con
una propia identidad y claridad, que deberían de apuntar a poder saber: lo que uno hace, porque lo
hace y desde donde lo hace y dice.
Una viñeta clínica.
A pesar de que desde hace años me dedico a la Formación y ayuda Terapéutica de adultos...