La Realidad Tras Una Ambigüedad, Profesionalización Docente
Páginas: 11 (2536 palabras)
Publicado: 4 de mayo de 2012
LA REALIDAD TRAS UNA AMBIGÜEDAD, PROFESIONALIZACIÓN DOCENTE
En los inicios del nuevo milenio, nos situamos dentro del contexto de un occidente globalizado. Los efectos del neoliberalismo, gracias a la desenfrenada expansión de sus horizontes culturales y económicos (los cuales no reconocen frontera nacional alguna) y a la instantaneidad del flujo de información y capital, han calado hondodentro de los países tercermundistas, dentro de los cuales, en América Latina se sitúa Chile.
Desde los 70’, con el advenimiento del golpe militar, nuestro país ha tomado un rumbo distinto del que llevaba anteriormente con el U.P. El norte de principios que guiaba a esta clase militar, íntimamente ligada con los grandes poseedores de tierras y otras empresas privadas, se basaba fuertemente en laimitación del modelo Norteamericano, fundado en la libertad económica, de empresa y el respeto por la propiedad privada. Chile libera toda barrera proteccionista, adaptándose a los requerimientos operativos de las grandes transnacionales, transformándose en una especie de “conejillo de indias” de políticas neoliberales. El modelo mencionado se perpetúa hasta hoy, gracias al nulo interés por cambiarla constitución de raíz por parte del conglomerado que alternó el poder con la derecha política.
Es así como paulatinamente, los derechos que hasta hace poco eran considerados como fundamentales, con la imposición de la Constitución del 80’ han sido desprovistos de herramientas de protección jurídica, incorporándose como capital al mercado, en forma de bienes de consumo. Dentro de los derechosmencionados, tales como Salud y Jubilaciones, se encuentra la Educación.
Dentro de las múltiples facetas que se han tornado en un mercado dentro de la Educación, nos encontramos con el trabajo docente. El profesor se ve inserto dentro de un mercado laboral, viéndose desprovisto del status de trabajador de Estado anterior, sometido ante intensas presiones en demanda de resultado y exigido porpolíticas estatales, las cuales sutilmente emplean conceptos ambiguos con objeto de no dejar clara la diferencia entre autonomía y control.
El Estado aparentemente exige al docente cada vez mayor grado de profesionalización, con el objeto de aumentar la calidad de la enseñanza. Sin embargo, al utilizar un tipo de lenguaje persuasivo (y como quedó expuesto anteriormente, ambiguo) y mezclandonociones de autonomía (suponiendo que al liberalizarse la profesión docente esta exigiría un alto grado de esta dentro del mercado laboral) con algunas indicaciones contenidas en un instrumento generado por el Ministerio de Educación (MINEDUC), al cual conocemos como “Marco para la buena Enseñanza”, introduce una clara ambigüedad en el concepto “profesionalización”, ¿El Estado chileno, mediante lageneración de este instrumento público a través del MINEDUC busca profesionalización docente junto con la autonomía, o mas bien el control indirecto sobre la actividad de este?
Sin duda, la respuesta no surge naturalmente con una lectura superficial de dicho instrumento. Hace falta para comprender el problema una lectura entre líneas.
En primer lugar, hay que distinguir claramente que seentiende por profesionalización docente. A primera vista, se podría postular que consiste en ponerse a la par con las carreras consideradas como profesiones propiamente tales, a saber, la arquitectura, medicina y el derecho. Dentro de esta lógica, el docente debería ser capaz de manejar una amplia gama de conceptos, siendo capaz de generar estrategias y metodologías de enseñanza e investigación queeleven a la profesión a la calidad de ciencia, en un marco de alta calidad. Sin embargo y a diferencia de las profesiones liberales comunes, la pedagogía debiera ser un medio para insertarse en los problemas sociales, específicamente combatiendo la pobreza y las carencias tecnológicas (dentro del contexto utilitario de las tecnologías aplicadas al mercado de la globalización), tal como lo expresan...
En los inicios del nuevo milenio, nos situamos dentro del contexto de un occidente globalizado. Los efectos del neoliberalismo, gracias a la desenfrenada expansión de sus horizontes culturales y económicos (los cuales no reconocen frontera nacional alguna) y a la instantaneidad del flujo de información y capital, han calado hondodentro de los países tercermundistas, dentro de los cuales, en América Latina se sitúa Chile.
Desde los 70’, con el advenimiento del golpe militar, nuestro país ha tomado un rumbo distinto del que llevaba anteriormente con el U.P. El norte de principios que guiaba a esta clase militar, íntimamente ligada con los grandes poseedores de tierras y otras empresas privadas, se basaba fuertemente en laimitación del modelo Norteamericano, fundado en la libertad económica, de empresa y el respeto por la propiedad privada. Chile libera toda barrera proteccionista, adaptándose a los requerimientos operativos de las grandes transnacionales, transformándose en una especie de “conejillo de indias” de políticas neoliberales. El modelo mencionado se perpetúa hasta hoy, gracias al nulo interés por cambiarla constitución de raíz por parte del conglomerado que alternó el poder con la derecha política.
Es así como paulatinamente, los derechos que hasta hace poco eran considerados como fundamentales, con la imposición de la Constitución del 80’ han sido desprovistos de herramientas de protección jurídica, incorporándose como capital al mercado, en forma de bienes de consumo. Dentro de los derechosmencionados, tales como Salud y Jubilaciones, se encuentra la Educación.
Dentro de las múltiples facetas que se han tornado en un mercado dentro de la Educación, nos encontramos con el trabajo docente. El profesor se ve inserto dentro de un mercado laboral, viéndose desprovisto del status de trabajador de Estado anterior, sometido ante intensas presiones en demanda de resultado y exigido porpolíticas estatales, las cuales sutilmente emplean conceptos ambiguos con objeto de no dejar clara la diferencia entre autonomía y control.
El Estado aparentemente exige al docente cada vez mayor grado de profesionalización, con el objeto de aumentar la calidad de la enseñanza. Sin embargo, al utilizar un tipo de lenguaje persuasivo (y como quedó expuesto anteriormente, ambiguo) y mezclandonociones de autonomía (suponiendo que al liberalizarse la profesión docente esta exigiría un alto grado de esta dentro del mercado laboral) con algunas indicaciones contenidas en un instrumento generado por el Ministerio de Educación (MINEDUC), al cual conocemos como “Marco para la buena Enseñanza”, introduce una clara ambigüedad en el concepto “profesionalización”, ¿El Estado chileno, mediante lageneración de este instrumento público a través del MINEDUC busca profesionalización docente junto con la autonomía, o mas bien el control indirecto sobre la actividad de este?
Sin duda, la respuesta no surge naturalmente con una lectura superficial de dicho instrumento. Hace falta para comprender el problema una lectura entre líneas.
En primer lugar, hay que distinguir claramente que seentiende por profesionalización docente. A primera vista, se podría postular que consiste en ponerse a la par con las carreras consideradas como profesiones propiamente tales, a saber, la arquitectura, medicina y el derecho. Dentro de esta lógica, el docente debería ser capaz de manejar una amplia gama de conceptos, siendo capaz de generar estrategias y metodologías de enseñanza e investigación queeleven a la profesión a la calidad de ciencia, en un marco de alta calidad. Sin embargo y a diferencia de las profesiones liberales comunes, la pedagogía debiera ser un medio para insertarse en los problemas sociales, específicamente combatiendo la pobreza y las carencias tecnológicas (dentro del contexto utilitario de las tecnologías aplicadas al mercado de la globalización), tal como lo expresan...
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