La Salud En La Empresa De Medicina Prepaga

Introducción

El fenómeno en masa constituye una realidad que está frente a nosotros y que, naturalmente, trae consecuencias. De este modo, los mecanismos arbitrados por el derecho tradicional en función de la bilateralidad muestran una dicotomía que debe ser superada.

El derecho contemporáneo se caracteriza por la regulación de una economía de producción y de consumo en masa, en la que sedebe recurrir a contratos uniformados que la contraparte debe aceptar. No tiene la posibilidad de discutir nada de lo que está incluido en el plexo contractual, lo cual se revela con más claridad en los contratos de medicina prepaga.

El negocio se caracteriza por ser el resultado unilateral de una de las partes, en la medida que el proponente es quien fija las condiciones, quedando excluido eladherente de discutir o determinar libremente ese contenido, sino que debe aceptarlas. Se trata de una forma de relación jurídica que se aparta del concepto de contrato en su noción tradicional producto del tráfico de masa, más ágil, impersonal, basado en fórmulas estándar, que exige una interpretación jurídica acorde a la realidad que se nos presenta.

Existe un desequilibrio económico, técnicoe informativo entre las partes. El consentimiento está limitado a la acción de adherir y ni el conocimiento previo de las cláusulas de riesgo resulta suficiente para garantizar que sea equitativo lo pactado, puesto que como señalaba a priori, no existe un poder suficiente que le permita negociar.

Son cláusulas surgidas a partir de un consentimiento, que si bien tuvo una expresión real lavirtualidad jurídica aparece así disminuida.
Las cláusulas son utilizadas como recursos a través de los cuales el proponente se procura una situación de privilegio.

En este contexto aparece la cuestión de las denominadas cláusulas abusivas; que son aquellas que, entre otras, excluyen la responsabilidad del estipulante, las que imponen un régimen arbitrario para la carga de la prueba, las que limitanlos derechos del adherente, las que otorgan el derecho a rescindir sin justa causa, entre otras.

Frente a ellas surge la necesidad de interpretar el contrato Sin embargo, puede advertirse que no será tarea sencilla puesto que no se trata de desentrañar la voluntad común de las partes en sentido estricto, en la medida que en el contrato de adhesión no es posible interpretar una voluntad común.Por otro lado, cabe destacar que lo que se resuelva para un caso puede servir para aplicar a otros, lo que permitiría en esta materia acudir a una autoridad de aplicación sin necesidad de recurrir a la justicia, sino como último medio. Así podemos forjar un fin preventivo en el Derecho del Consumidor que garantice la negación de contratos predispuestos.

Toda la normativa de protección delconsumidor se guía en materia interpretativa por el artículo 3 de la Ley de Defensa al Consumidor 24.240 (LDC) que dice que “la interpretación ha de ser siempre la más favorable al consumidor”, y en consonancia con ello, el artículo 37 LDC establece la regla del favor debitoris. Todo ello, por supuesto, sin dejar de lado el principio rector en materia contractual, como es el deber de buena fe, quese ve afectado en el caso de cláusulas abusivas.

También la ley enuncia pautas interpretativas que deben tenerse en cuenta para dejar a las cláusulas sin efecto de pleno derecho, a la vez que enumera algunos supuestos que serán considerados como abusivos según las circunstancias. Pero en todo caso es preciso señalar que la idea en que se basa la ley es el de la interpretación del contrato. Estoes, una vez detectada la presunta cláusula abusiva y considerada como tal, será necesario una adecuada interpretación del contrato integrándolo si fuera necesario.

Por último, cabe destacar el deber de vigilancia de la autoridad de aplicación no sólo en su faz sancionatoria sino también de manera preventiva de acuerdo al artículo 42 de la Constitución Nacional (CN).

Trataré de explicar...