la separacion y el abandono
Que difícil es abordar el tema de la separación de la pareja, un asunto tan espinoso para quienes de una u otra forma lo hemos sufrido; no sólo porque nos enfrenta a “otra” realidad a la que no fácil se acostumbra uno, sino al mismo tiempo porque implica remitirnos sin más a lo desagradable de sus efectos. Dicha separación no precisamente es física, muchas parejasa pasar de cohabitar bajo el mismo techo no se han percatado que viven separados.
Los síntomas más evidentes podemos detectarlos observando las diferentes conductas que se expresan: poca atención a los detalles que en otro momento no se pasaban por alto, indiferencia a las actividades del otro, los diálogos cada vez son más cortos y menos profundos, los conflictos aparecen con mucha facilidad ylos momentos de reconciliación ya no son tan emocionantes como antes. Cuando notamos que ya no hay esmero por el otro, cuando la comunicación es cada vez menos positiva; la separación y el abandono empiezan a asomarse y nuestra vida se torna cada día más compleja. Por supuesto que, la vida sexual también es un espejo donde se refleja el deterioro de la relación, las más de las veces en estoscasos las relaciones sexuales ya no san tan frecuentes y cuando aparecen no siempre son satisfactorias por mecánicas, repetitivas y principalmente porque la parte afectiva brilla por su ausencia.
Ahora las juntas de trabajo o “mi jefe me pidió le entregara un reporte urgente”, son el pretexto para estar cada vez menos tiempo en casa.
Por otro lado, la separación física, la cual se presenta casisiempre después de atravesar todo ese largo y difícil proceso; provocando la falta de respeto y en ocasiones hasta la agresión, nos enfrenta a vivir de lleno a los vasallajes de la incertidumbre.
Así que después de compartir el amor, el tiempo, la lucha por la vida, los sueños, la cama, los hijos, los problemas y tantas cosas... cuando parece que no nos debe nada la vida y por lo tanto noestamos preparados para separarnos de nuestra pareja, al presentarse este conflicto, es cierto, parece que el tiempo no marcha, que no se ocupan los espacios y que nos deshojamos como el árbol de otoño. Llegó la separación, el abandono...
Por esa desazón que da la incertidumbre y la impotencia de no poder regresar el tiempo para corregirlo todo, la depresión nos inunda y la nostalgia nos alcanza,los motivos para continuar se desvanecen.
Esa sensación de duelo nos ocupa y es innegable el dolor al que nos enfrentamos, el cual en la mayoría de los casos tiende a ser acompañado de una cesación del interés por el mundo exterior, olvidándonos de nosotros mismos, olvidándonos de lo importantes de varias actividades que necesariamente tenemos que cumplir como son : el trabajo, la familia, losamigos, los hijos, etc.
Acompañado también por la pérdida o disminución de la capacidad de amar, pensando casi siempre en el rechazo a entregarse nuevamente a la misma persona o quizá a otra que si así fuera ésta la imaginaríamos similar a la pareja perdida, por que nadie, ningún ser humano se despega fácilmente de lo ya vivido: el miedo al cambio, a la soledad, a la vida, nos somete siempre,traduciéndose en reproches y acusaciones de los que nos hacemos objeto y que en ocasiones puede llegar incluso a una delirante espera de castigo y hasta en ocasiones desear no estar vivos.
Si esto es así, en el mejor de los casos será necesario dejar que el tiempo haga su labor y así sin perturbarlo permitir que sofoque nuestros miedos, nuestros odios, nuestras sensaciones, nuestra frustración;pero cuidado, no es tan sencillo, creer que olvidar es la mejor opción sería tanto como engañarse a sí mismos, porque olvidar no es un proceso consciente donde nos esforzamos por desalojar todo aquello que nos afecte, ya que no pensar en el conflicto no sólo no es suficiente, sino hasta contraproducente; lo meteríamos más a nuestras entrañas. Será necesario hacer todo un esfuerzo por recordar,...
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