Lacan
técnicos de Freud. / Clase 7. La tópica de lo imaginario. 24 de Febrero de 1954
La tópica de lo imaginario
24 de Febrero de 1954
Meditación sobre la óptica. Introducción del ramillete invertido. Realidad: el caos original.
Imaginario: el nacimiento del yo. Simbólico: las posiciones del sujeto. Función delmito de
Edipo en el psicoanálisis. La pequeña charla que les ofreceré hoy estaba anunciada con el título de La tópica de loimaginario. Un tema tan importante como éste llevaría varios años de enseñanza; pero ya queen el hilo de nuestro discurso han surgido algunos problemas relaciónados con el lugar de lo imaginario en la estructura simbólica, la charla de hoy puede reivindicar este título.Es, según un plan preconcebido, cuyo rigor espero el conjunto les demostrará, que los guié la
última vez hacia un caso especialmente significativo pues muestra de modo reducido el juego
recíproco de esos tres grandes términos que ya tuvimos oportunidad de
introducir: lo imaginario, lo simbólico y lo real.
Nada puede comprenderse de la técnica y la experiencia freudianas sin estos tressistemas de
referencia. Cuando se emplean estas distinciones muchas dificultades se justifican y aclaran.
Sucede así con los puntos incomprensibles que la señorita Gélinier señaló el otro día en el texto de Melanie Klein. Cuando se intenta elaborar una experiencia lo que cuenta no es tanto lo que se comprende como lo que no se comprende. El mérito de la exposición de la señorita
Gélinierradica precisamente en haber resaltado lo que en este texto no ce comprende.
Se demuestra así la fecundidad del método de los comentarios. Comentar un texto es como
hacer un análisis. Cuantas veces advertí a quienes están en control conmigo cuando me dicen: Creí entender que él quería decir esto o aquello, les advertí que una de las cosas que más
debemos evitar es precisamente comprenderdemasiado, comprender más que lo que hay en
el discurso del sujeto. No es lo mismo interpretar que imaginar comprender. Es exactamente lo
contrario. Incluso diría que las puertas de la comprensión analítica se abren en base a un cierto
rechazo de la comprensión.
No basta con que un texto parezca coherente. Ciertamente, este texto se sostiene en el marco
de las cantinelas que nosson habituales: maduración instintiva, instinto primitivo de agresión,
sadismo oral, anal, etc. Sin embargo, en el registro que Melanie Klein hace intervenir aparecen
algunos contrastes sobre los que volveré a insistir detalladamente.
Todo gira en torno a lo que a la Srta. Gélinier le pareció singular, paradójico, contradictorio,
respecto a la función del ego: demasiado desarrolladotraba todo desarrollo, pero al
desarrollarse vuelve a abrir las puertas de la realidad. ¿Cómo es posible que el desarrollo del ego vuelva a abrir las puertas de la realidad? ¿Cuál es la función propia de la interpretación
kleiniana, cuyas carácterísticas son las de una intrusión, un enchapado del sujeto? Estas son
las cuestiones que hoy tendremos que precisar.
Ya han debido darse cuentaque, en el caso de este joven sujeto, real, imaginario y simbólico
están allí perceptibles, aflorantes. Les enseñé a identificar lo simbólico con el lenguaje: ahora
bien, ¿no es precisamente en la medida en que, digamos, Melanie Klein habla, que algo
sucede? Por otra parte, ¿cuando Melanie Klein nos dice que los objetos se constituyen
mediante juegos de proyecciónes, introyecciónes,expulsiones, reintroyecciónes de los objetos
malos; cuando nos dice que el sujeto, quien ha proyectado su sadismo, lo ve retornar desde
esos objetos, y en consecuencia se halla bloqueado por un temor ansioso, no sienten ustedes
que nos hallamos en el dominio de lo imaginario?
Todo el problema reside entonces en la articulación de lo simbólico y lo imaginario en la
constitución de lo...
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