Las crisis venideras
A quien corresponda.
Me dedico al digno oficio de enseñar. Soy profesor, docente, formador, monitor, coach, o lo que seestime oportuno para designar lo que hago. He paseado por muchos puntos de España impartiendo cursos a directivos y ejecutivos, mandos y operarios, parados de larga y muy larga duración, hombres ymujeres. Llevo a mis espaldas una mochila con muchos miles de horas de formación y algunos miles de alumnos. Y en la mayoría de los casos me encuentro con las mismas carencias: ausencia de capacidades,destrezas y habilidades para emprender.
Hemos oído, visto y leído muchas declaraciones respecto a como se está cebando el paro entre los más jóvenes. Incluso se ha catalogado al colectivo como LaGeneración Perdida. Me cuesta entender que no se materialice un pacto de Estado para abordar soluciones de futuro, porque de no ser así hablaremos de muchas generaciones perdidas.
Durante años hemostrasladado a nuestros hijos la idea absurda de un empleo y una vida estable, aderezada con la seguridad de que papá Estado siempre estaría detrás para acudir en situaciones de apuro. Hoy produce risa:nadie hubiera imaginado que también a las administraciones públicas les pudiera doler tanto en el zapato.
Tengo 53 años y podría formar parte de un colectivo de nuevo cuño, al que yo denominaríaGeneración Abandonada. Esa generación a la que a partir de los 45 años se le niega el pan y la sal. Esa generación que ha pasado de contribuir al sostenimiento a ser sostenida por este país.
Alparecer circula entre los gurúes yanquis un dicho que afirma que para ser alguien importante en los negocios tienes que arruinarte tres veces. Yo me arruiné dos y decidí no ser importante, pero lascircunstancias obligan y sigo siendo emprendedor básicamente por dos razones: la primera porque creo que va en mi condición personal, y la segunda porque a mi edad eres emprendedor sí o sí, es decir por...
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