Lazarillo de tormes
Aspectos históricos, sociales y culturalesNombre de la lengua
Etimología
Según la Real Academia Española de la lengua, la palabra español procede del provenzal espaignol, y éste del latín medieval Hispaniolus, que significa de Hispania, España.[39]
Hispaniolus procede de la denominación latina de la Península Ibérica "Hispania" o, más bien, de su forma ultracorrecta.[cita requerida] Cabe recordar que en latín tardío no se pronunciaba la h,pero por motivos eufónicos, se añadía una e- a las palabras que empezaban con s+consonante. En consecuencia, se creía que la forma escrita correcta de Hispaniolus era Spaniolus (Cf. italiano: storia por historia).
Otra teoría afirma que Spaniolus (literalmente hispanito, españolito) procede del occitano espaignol.[cita requerida] Menéndez Pidal ofrece otra explicación etimológica: el clásicohispanus o hispánicus tomó en latín vulgar el sufijo -one (como en bretón, borgoñón, sajón, frisón, lapón...) y de *hispanione se pasó en castellano antiguo a españón, "luego disimilando las dos nasales se llegó a español, con la terminación -ol, que no se usa para significar naciones".[40]
La otra denominación, castellano, procede del latín Castellanus, que significa de Castilla, reino medievalsituado en la parte central de la península ibérica.[41]
[editar] Polémica en torno a "español" o "castellano"
Artículo principal: Polémica en torno a español o castellano
La polémica en torno a los términos español y castellano estriba en si resulta más apropiado denominar a la lengua hablada en Hispanoamérica, en España y en otras zonas hispanoparlantes «español» o «castellano», o bien siambas son formas perfectamente sinónimas y aceptables.
Como muchas de las controversias relacionadas con la denominación de una lengua identificable con un determinado territorio (español con España, y castellano con Castilla), o que lleva aparejada una ideología o un pasado histórico que provoca rechazo, o que implica una lucha en favor de una denominación única para facilitar su identificacióninternacional y la localización de las producciones en dicha lengua (por ejemplo, en redes informáticas), la controversia es de raíz ideológica, política y económica.
Desde el punto de vista estrictamente lingüístico, no hay preferencias por una denominación u otra. La ciencia lingüística, siempre que no actúe ideológicamente, se limita a estudiar y caracterizar la complejidad de los sistemas...
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