Lectura de aristóteles y las “practicas” de macintyre como disposiciones

Daniel Pardo Durana
Aristóteles
Ensayo

Lectura de Aristóteles y las “practicas” de MacIntyre como disposiciones
El presente texto no pretende confirmar los planteamientos del autor, según los cuales en la filosofa aristotélica puede encontrarse un hilo conductor en la historia de la teoría de las virtudes sino que mas bien presenta un análisis de ciertas afirmaciones y argumentospresentados en el texto de MacIntyre, haciendo énfasis en una caracterización de la relación entre el concepto aristotélico de la virtud y el entendimiento de ésta en Homero y en el nuevo testamento, caracterización de la que se pretende cuestionar la lectura que el autor hace de la filosofa aristotélica en relación especifica al concepto del amor como virtud. En el otro momento del texto, se pretenderelacionar el planteamiento de “las practicas” hecho por MacIntyre como un concepto que corresponde, en una lectura de Aristóteles mas allá de la “Ética Nicomàquea”, a lo que Aristóteles presenta como una realización primera o potencia segunda del alma, advirtiendo claro, la estrecha relación de este concepto de realización con los planteamientos hechos en la Ética sobre el cuidado de sí orientadoen un cuidado del alma. Todo esto, no para desmentir la idea de que la filosofía aristotélica permite un hilo conductor sino para conocer aun más los argumentos del autor con lo que considero son premisas valiosas sobre la trascendencia del pensamiento aristotélico.
En lo que es una aproximación a la concepción histórica de la virtud, el autor nos presenta el estado de las cosas, es decir,nos advierte que ya en la antigüedad había diferentes concepciones de la virtud que no solo eran diferentes sino también excluyentes y que en lo que vemos como un entendimiento de las virtudes, los diferentes pensadores o tradiciones, tomaban por virtudes diferentes practicas y además hacían una diferente jerarquización de las virtudes consideradas por ellos como tales dentro de lo que el MacIntyredenomina “catálogos” de virtudes.
En una comparación injusta de la concepción aristotélica de la virtud con la concepción que se presenta en el Nuevo Testamento, el autor afirma que en el segundo se incluyen virtudes que Aristóteles no hubiera considerado a saber; la fe, la esperanza y el amor. Debo decir que el autor tiene razón al referirse las primeras dos virtudes confesionales pero creoque hace una lectura equivocada cuando se refiere al amor. Creo que acá, hay un error que responde a un entendimiento estrecho del amor, no en el sentido de que un concepto amplio diría que el amor es todo o algo por el estilo sino en el hecho puntual de que Aristóteles se refiere al cuidado de si y a la felicidad como practica y fin deseable respectivamente, creo que el amor aquí es equivalente aun concepto de interés, de interés por uno mismo que nos conduce a cuidarnos, creo que el concepto del amor como interés, aplica para el cuidado de si por lo que se refiere a la felicidad. Me explico si entendemos al amor como lo entiende la tradición judeo cristiana estaríamos hablando del amor al prójimo, y cuando sentimos amor por el otro, según la tradición judeo cristiana y aun en algunoscasos contemporáneos, procuramos que el otro sea feliz, ahora aplicando esto al catalogo aristotélico de la virtud, por analogía, tenemos que cuando nos queremos a nosotros mismos, procuramos que seamos felices, ¿Cómo? mediante el cuidado de nosotros mismos, y para alcanzar ese cuidado, debemos saber que es lo mejor para nosotros, esta pregunta se responde mediante el uso de una virtud jerárquica dela teoría aristotélica a saber; la Phronesis.
Lo que impide dilucidar el hilo conductor que presenta la teoría aristotélica en la concepción de las virtudes responde en primer lugar a la dificultad en la traducción de la palabras del griego antiguo al ingles o al español, esta traducción siempre será difícil y traerá consigo malos entendimientos de conceptos bien manejados por los autores...