Lengua e identidad
En nuestro territorio conviven nosólo distintas razas y lenguas, sino varios niveles históricos. Hay quienes viven antes de la historia;otros, como losotomíes, desplazados por sucesivas invasiones, al margen de ella. Y sin acudir aestos extremos, varias épocas se enfrentan, se ignoran o se entredevoran sobre una misma tierra oseparadas apenas por unoskilómetros.
La historia de México es la del hombre que busca su filiación, su origen.
Y no terminan aquí nuestras diferencias. Ellos son crédulos, nosotros creyentes; aman los cuentos de hadas ylas historias policíacas, nosotros los mitos y las leyendas. Los mexicanos mienten por fantasía, por desesperación o para superar su vida sórdida; ellos no mienten, pero sustituyen la verdadverdadera, que es siempre desagradable, por una verdad social. Nos emborrachamos para confesarnos; ellos para olvidarse. Son optimistas; nosotros nihilistas —sólo que nuestro nihilismo no es intelectual, sinouna reacción instintiva: por lo tanto es irrefutable—. Los mexicanos son desconfiados; ellos abiertos. Nosotros somos tristes y sarcásticos; ellos alegres y humorísticos. Los norteamericanos quierencomprender; nosotros contemplar. Son activos; nosotros quietistas: disfrutamos de nuestras llagas como ellos de sus inventos. Creen en la higiene, en la salud, en el trabajo, en la felicidad, pero talvez no conocen la verdadera alegría, que es una embriaguez y un torbellino. En el alarido de la noche de fiesta nuestra voz estalla en luces y vida y muerte se confunden; su vitalidad se petrifica enuna sonrisa: niega la vejez y la muerte, pero inmoviliza la vida.
El mexicano no quiere ser ni indio, ni español. Tampoco quieredescender de ellos. Los niega. Y no se afirma en tanto que mestizo,sino como abstracción: es unhombre. Se vuelve hijo de la nada. Él empieza en sí mismo. P. 39
España es la defensora de la fe y sus soldados los guerreros de Cristo.
la tarea de los españoles, pero...
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