Lenguaje inclusivo, no sexista

Tiempo atrás discutíamos con una querida amiga y colega, respecto de nuestro título profesional, en términos de manifestar nuestra preferencia por la denominación “la abogada” o “la abogado”. Con toda honestidad he de reconocer que en principio, y mucho antes si quiera de acercarme al estudio más concienzudo del lenguaje sexista, me inclinaba por la segunda de las alternativas;tomaba como base un acto de autoridad, pues es La Excelentísima Corte Suprema de Justicia la que me invistió del título de abogado, así rezan mis certificados y mi diploma, por lo que me era suficiente con efectuar la distinción de mi género con la mención de un orgulloso “la”. No menos cierto es que, a menudo, las preferencias en la elección de los términos que usamos en nuestrolenguaje, están no sólo condicionadas por nuestra educación, el entorno familiar o los automatismo lingüísticos, sino además, a ese respecto, por las dificultades en el trato o las discriminaciones que cada cual haya por su propia experiencia vivido. En lo personal jamás me sentí menoscabada así se dirigieran a mi como abogado o abogada; si alguna colega prefería aludir a su género ensu título tampoco implicaba mayor dificultad o problema para mí; siempre he pensado que las cuestiones de índole “discriminatoria sexista” son mucho más profundas que una denominación. Este era pues mi sentir hasta antes de acometer la tarea de reflexionar sobre el tema de la igualdad de género en el lenguaje.
Ya en el año 1948, Naciones Unidas reconoce “la igualdad y la nodiscriminación” como condición sine qua non para la protección de los derechos. Legislaciones de diversos países han ido incorporando estos principios consagrándolos en sus cartas fundamentales, sea prohibiéndola o procurando a través de un sinnúmero de leyes la protección de la igualdad entre hombres y mujeres.
Dentro de las causas por las que se prohíbe discriminar, entre otras, se puedenindicar el origen étnico o raza, credo religioso, sexo o preferencias sexuales, edad y estado civil.
En este contexto, podemos considerar que la discriminación tendría como efecto una exclusión o trato diferenciado para ser titular de un derecho o ejercerlo plenamente habida consideración de encontrarse una persona en una o más de las circunstancias antes indicadas, siendo a miparecer, el sexismo en el lenguaje la más solapada, frecuente y extendida, baste considerar que afecta a la mitad de la población mundial en todos los ámbitos de la vida pública y privada, en el quehacer cotidiano, en el ámbito familiar, laboral , profesional y político.
En el último tiempo, desde distintos sectores de la sociedad y haciendo eco de la necesidad de abordar el tema del sexismoen el trato en general y en el lenguaje en particular, se han presentado iniciativas para promover el lenguaje inclusivo y la eliminación de las discriminaciones en razón del género. En este contexto sobresale la presentada -ahora desde el sector político institucional- por el Partido Socialista Obrero Español, PSOE, en las que se pretende “modificar el uso tradicional del masculino pararepresentar a las mujeres en los textos educacionales, legales, comunicacionales y publicaciones” agregando que dicha propuesta incluye la necesidad de “rectificar al Diccionario de la Real Academia española” (sic).
En la réplica a esta propuesta, la Real Academia de la Lengua Española a través de ilustres profesores, académicos y doctores filólogos, han manifestado su total rechazo a lainiciativa socialista argumentando, grosso modo, que el español y la vida ya son lo suficientemente engorrosas y que la lengua tal cual está sirve y es útil a su fin, haciendo un llamado a dejar el tema sexista de lado pues “el español no es asunto de gobierno alguno” y concluyendo por tanto que “Ningún gobierno tiene derecho a imponer leyes al uso del idioma“.
En la primera parte de este...