Literatura
Páginas: 2 (447 palabras)
Publicado: 4 de abril de 2012
Me da vértigo el punto muerto... y la marcha atrás...
Me da vértigo el punto muerto y la marcha atrás, vivir en los atascos, los frenos automáticos y el olor a gasoil.
Me angustia el cruce demiradas la doble dirección de las palabras y el obsceno guiñar de los semáforos.
Me da pena la vida, los cambios de sentido, las señales de stop y los pasos perdidos.
Me agobian las medianas, lasfrases que están hechas, los que nunca saludan y los malos profetas.
Me fatigan los dioses bajados del Olimpo a conquistar la Tierra y los necios de espíritu.
Me entristecen quienes me vendenclinex en los pasos de cebra, los que enferman de cáncer y los que sólo son simples marionetas.
Una tarde de otoño de hace ocho o nueve años, cuando yo era un pipiolo recién aterrizado en laredacción de deportes de La Opinión, el Paredes se me acerca y me dice "¿Qué haces esta noche?".
La pregunta -presunta 'proposición'- me sorprendió, porque apenas llevaba unos días allí y, bueno, aunque eltipo me caía bien, no pensaba que tuviéramos ese nivel de confianza. De todas formas, pensé que debía empezar a hacer 'relaciones' en mi nuevo trabajo.
- Nada. ¿Qué hacemos?
- Nos vamos a ElRafal ver a Extremo.
Un montón de otoños después, en la caja de recuerdos donde guardo las entradas de los conciertos, debe haber como 20 de recitales del grupo de Robe Iniesta, prácticamente todos losque han dado en un radio de 150 kilómetros desde entonces. Y a todos he ido con Paredes.
Es un tipo peculiar. Diferente a todo el mundo, de otro tiempo, quizá. Es uno de esos amigos que aparecen ydesaparecen de mi vida, dependiendo de la época, de la coyuntura... pero que siempre vuelve, y eso me gusta.
Con él me ha pasado de todo. Desde escapar de una redada hasta hacernos pasar por ungrupo de rock para ligarnos a dos tías en el Código. La gracia del asunto es que ellas, para nuesta mayúscula sorpresa, dijeron: "Ah sí! Hemos visto esta tarde vuestro vídeo en Sol Música!". Creo que...
Me da vértigo el punto muerto y la marcha atrás, vivir en los atascos, los frenos automáticos y el olor a gasoil.
Me angustia el cruce demiradas la doble dirección de las palabras y el obsceno guiñar de los semáforos.
Me da pena la vida, los cambios de sentido, las señales de stop y los pasos perdidos.
Me agobian las medianas, lasfrases que están hechas, los que nunca saludan y los malos profetas.
Me fatigan los dioses bajados del Olimpo a conquistar la Tierra y los necios de espíritu.
Me entristecen quienes me vendenclinex en los pasos de cebra, los que enferman de cáncer y los que sólo son simples marionetas.
Una tarde de otoño de hace ocho o nueve años, cuando yo era un pipiolo recién aterrizado en laredacción de deportes de La Opinión, el Paredes se me acerca y me dice "¿Qué haces esta noche?".
La pregunta -presunta 'proposición'- me sorprendió, porque apenas llevaba unos días allí y, bueno, aunque eltipo me caía bien, no pensaba que tuviéramos ese nivel de confianza. De todas formas, pensé que debía empezar a hacer 'relaciones' en mi nuevo trabajo.
- Nada. ¿Qué hacemos?
- Nos vamos a ElRafal ver a Extremo.
Un montón de otoños después, en la caja de recuerdos donde guardo las entradas de los conciertos, debe haber como 20 de recitales del grupo de Robe Iniesta, prácticamente todos losque han dado en un radio de 150 kilómetros desde entonces. Y a todos he ido con Paredes.
Es un tipo peculiar. Diferente a todo el mundo, de otro tiempo, quizá. Es uno de esos amigos que aparecen ydesaparecen de mi vida, dependiendo de la época, de la coyuntura... pero que siempre vuelve, y eso me gusta.
Con él me ha pasado de todo. Desde escapar de una redada hasta hacernos pasar por ungrupo de rock para ligarnos a dos tías en el Código. La gracia del asunto es que ellas, para nuesta mayúscula sorpresa, dijeron: "Ah sí! Hemos visto esta tarde vuestro vídeo en Sol Música!". Creo que...
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