Lo Q Sea
Páginas: 30 (7404 palabras)
Publicado: 10 de marzo de 2013
Yolanda Oreamuno Unger
(1916 – 1956)
“Aurora pensó en la escoba, dispuesta a barrer. Abrió todas las ventanas de la casa para que entraran la luz y el sol; acomodó un poco los muebles; arregló prolijamente su peinado; tarareó una canción y se quedó escuchando al fin, con la boca abierta, el trinar del pajarillo”.
(La ruta de su evasión, Yolanda Oreamuno Unger)
Yolanda Oreamuno Unger nació enSan José en 1916 y murió en la ciudad de México el 1956. Su vida estuvo dedicada al arte, como escritora, y como persona dotada de un talento extraordinario, vagando siempre entre la lucidez de su conducta y la formación de un espíritu que trasciende el tiempo.
De su infancia nos quedan escritos iniciales, pergeñados entre los 16 y los 20 años. Cuentos, poemas y pinturas que desconocemos. Cartas yfragmentos de un pensamiento que crece volcado sobre lecturas y experiencias, gratas y tristes, como en todo artista que se busca a sí mismo para forjar y crear su propio espíritu.
Escritora precoz, voraz devoradora de libros fundamentales de la cultura del siglo XX: Marcel Proust, James Joyce, Thomas Mann, D.H. Lawrence, Anatole France, Sudermann, pero sobre todo, Romain Rolland, según confiesaella al inicio de su madurez. Por eso no es difícil encontrar en sus primeros escritos – cuentos y escenas impresionistas – las huellas de la introversión proustiana en el recuerdo, de los conceptos del tiempo de Mann, de la técnica contrapuntística y del monólogo interior de Joyce. Importante hacer notar el don otorgado por la Naturaleza, en el uso de diversas inteligencias que aprendió a manejardesde niña, en la combinación de ser y existir entre lo urbano y la floresta costarricense, inmersa también en la historia de su familia y la saga nacional, en esa Costa Rica que luego veremos crecer en sus obras. Esa propia conciencia, matizada por las lecturas de Sigmund Ferud, le hizo percibir el mundo como totalidad, al darle forma a una visión universal, mientras casi todos sus contemporáneosvivían inmersos en la aldea idílica en donde nada sucedía.
Con una conciencia política que ella claramente estableció en sus artículos y en sus cartas: defensa de la justicia social, de la libertad del ser por sobre las cadenas opresoras de la mentalidad restrictiva. Ya desde el Colegio Superior de Señoritas supo defender el derecho de las mujeres a ser dueñas de su destino. Pionera de laspropuestas de reforma a los sistemas de enseñanza, rechazó valientemente cualquier forma de gobierno que pudiera restringir la creatividad.
Dueña de un idioma de señera oposición a las mentiras convencionales, entró en la novela, primero como lectora, a los veinte años, y entre 1937 y 1940, como escritora que indaga en sus mundos de infancia y adolescencia, buscando superar el costumbrismo, la herenciadel modernismo de pedrería, creando una forma de realismo social que mereció los elogios de Carmen Lyra, Joaquín García Monge, Roberto Brenes Mesén, fundamentales númenes del panteón de escritores nacionales.
Polémica y rebelde, supo plantear un nuevo camino para la literatura costarricense, y fue la primera en comprenderse mesoamericana, sabiendo que la estrechez del medio social e intelectualsocavaban el sentido más hondo de su propuesta literaria. Solidaria con el desarrollo histórico del continente, fue viajera insomne hacia otras tierras, estableciendo amistades y querencias que le permitieron poner al día el reloj de su vida: Chile, Guatemala (cuya nacionalidad adopta en 1948), Estados Unidos y México. En 1947 escribe: “Costa Rica estaba decidida a acabar conmigo para poder cantarmis leyendas libremente, mi existencia humana de mujer, les molestaba. Yo era demasiado buena para lo mala que me hubieran deseado, o demasiado mala para lo buena que me traban de hacer. Allá (en Costa Rica) actuaba como Yolanda Oreamuno, aquí comienzo a vivir en mujer... Ya basta de entrega. Les dejo la leyenda para que se distraigan, pero me vengo yo”.
De estructura física privilegiada, dotada...
(1916 – 1956)
“Aurora pensó en la escoba, dispuesta a barrer. Abrió todas las ventanas de la casa para que entraran la luz y el sol; acomodó un poco los muebles; arregló prolijamente su peinado; tarareó una canción y se quedó escuchando al fin, con la boca abierta, el trinar del pajarillo”.
(La ruta de su evasión, Yolanda Oreamuno Unger)
Yolanda Oreamuno Unger nació enSan José en 1916 y murió en la ciudad de México el 1956. Su vida estuvo dedicada al arte, como escritora, y como persona dotada de un talento extraordinario, vagando siempre entre la lucidez de su conducta y la formación de un espíritu que trasciende el tiempo.
De su infancia nos quedan escritos iniciales, pergeñados entre los 16 y los 20 años. Cuentos, poemas y pinturas que desconocemos. Cartas yfragmentos de un pensamiento que crece volcado sobre lecturas y experiencias, gratas y tristes, como en todo artista que se busca a sí mismo para forjar y crear su propio espíritu.
Escritora precoz, voraz devoradora de libros fundamentales de la cultura del siglo XX: Marcel Proust, James Joyce, Thomas Mann, D.H. Lawrence, Anatole France, Sudermann, pero sobre todo, Romain Rolland, según confiesaella al inicio de su madurez. Por eso no es difícil encontrar en sus primeros escritos – cuentos y escenas impresionistas – las huellas de la introversión proustiana en el recuerdo, de los conceptos del tiempo de Mann, de la técnica contrapuntística y del monólogo interior de Joyce. Importante hacer notar el don otorgado por la Naturaleza, en el uso de diversas inteligencias que aprendió a manejardesde niña, en la combinación de ser y existir entre lo urbano y la floresta costarricense, inmersa también en la historia de su familia y la saga nacional, en esa Costa Rica que luego veremos crecer en sus obras. Esa propia conciencia, matizada por las lecturas de Sigmund Ferud, le hizo percibir el mundo como totalidad, al darle forma a una visión universal, mientras casi todos sus contemporáneosvivían inmersos en la aldea idílica en donde nada sucedía.
Con una conciencia política que ella claramente estableció en sus artículos y en sus cartas: defensa de la justicia social, de la libertad del ser por sobre las cadenas opresoras de la mentalidad restrictiva. Ya desde el Colegio Superior de Señoritas supo defender el derecho de las mujeres a ser dueñas de su destino. Pionera de laspropuestas de reforma a los sistemas de enseñanza, rechazó valientemente cualquier forma de gobierno que pudiera restringir la creatividad.
Dueña de un idioma de señera oposición a las mentiras convencionales, entró en la novela, primero como lectora, a los veinte años, y entre 1937 y 1940, como escritora que indaga en sus mundos de infancia y adolescencia, buscando superar el costumbrismo, la herenciadel modernismo de pedrería, creando una forma de realismo social que mereció los elogios de Carmen Lyra, Joaquín García Monge, Roberto Brenes Mesén, fundamentales númenes del panteón de escritores nacionales.
Polémica y rebelde, supo plantear un nuevo camino para la literatura costarricense, y fue la primera en comprenderse mesoamericana, sabiendo que la estrechez del medio social e intelectualsocavaban el sentido más hondo de su propuesta literaria. Solidaria con el desarrollo histórico del continente, fue viajera insomne hacia otras tierras, estableciendo amistades y querencias que le permitieron poner al día el reloj de su vida: Chile, Guatemala (cuya nacionalidad adopta en 1948), Estados Unidos y México. En 1947 escribe: “Costa Rica estaba decidida a acabar conmigo para poder cantarmis leyendas libremente, mi existencia humana de mujer, les molestaba. Yo era demasiado buena para lo mala que me hubieran deseado, o demasiado mala para lo buena que me traban de hacer. Allá (en Costa Rica) actuaba como Yolanda Oreamuno, aquí comienzo a vivir en mujer... Ya basta de entrega. Les dejo la leyenda para que se distraigan, pero me vengo yo”.
De estructura física privilegiada, dotada...
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