Louis althusser: ¿ruptura epistomologica o ruptura política? juan mora rubio
Juan Mora Rubio
La labor filosófica de Louis Althusser ha sido sobresa liente. Desde hace muchos años ha mantenido su pensamien to en tan constante tensión, que no sólo ha enriquecido la investigación filosófica de nuestro tiempo, pese a sus genia les errores y protuberantes omisiones, sino que ha iluminado su existencia ejemplarde hombre representativo del inte lectual de nuestros días. Llegado a la filosofía en uno de los momentos de mayor agitación política durante el siglo xx, tuvo, como muchos de sus contemporáneos, que ingresar de lleno a la lucha política sin disponer previamente del apara to conceptual indispensable para sortear los interrogantes que el fragor de la lucha le planteaban. La fatalidad histó ricahizo que los intelectuales de esta época se vieran obli gados a elegir una militancia política activa, para luego buscar el tiempo necesario para obtener un esclarecimiento conceptual que sujetara y diera coherencia a esta primera afirmación existencial. Althusser mismo ha recordado: "La historia se había apoderado de nuestra adolescencia desde la época del Frente Popular y la guerra de España,para mar carnos en la guerra misma con la terrible educación de los hechos. Nos sorprendió allí donde habíamos venido al mun do, y de estudiantes de origen burgués o pequeñoburgués 93
que éramos, nos hizo hombres instruidos en la existencia de las clases, de su lucha y de su significación. Frente a las evi-^nicias impuestas por ella sacamos la conclusión de unirnos a la organización políticade la clase obrera, el Partido Comunista". "Era la época de la posguerra inmediata. Fuimos lanza dos brutalmente a las grandes batallas políticas e ideológicas que el partido llevaba a cabo: nos vimos obligados a ver las implicaciones de nuestra elección y a asumir sus consecuen cias". 1 Sartre, Lefebvre, Camus y muchos otros en Europa, como en nuestro medio hispanoamericano, Jorge Zalamea,Octavio Paz, César Vallejo, Neruda, etc., se encontraron de pronto embutidos en el turbión de los acontecimientos. La guerra ci vil española muy pronto dejó de ser una contienda fratricida, para convertirse en un episodio más de la lucha imperialis ta. Luego fue el tormento de las conciencias, pues se convir tió en el más agudo dilema para los hombres libres. No se po día permanecer al margen delo que ocurría en España. En ella se jugaba la suerte de Europa y de la humanidad ame nazada por el espectro siniestro del fascismo, en ascenso. Todavía no se dibujaba en el horizonte de América Latina un fascismo criollo impuesto desde el Pentágono y el Depar tamento de Estado de los Estados Unidos de Norteamérica. Así que la lucha se expresó entre fascismo y antifascismo, en la más ampliaascepción de este último término. En un mis mo saco cabían por igual Deutscher, André Gide o Hemingway; del mismo modo participaban en la contienda liberales soñadores, como revolucionarios curtidos por una larga lu cha. Fue así como el imperativo de la militancia, de la ac ción inmediata y sin tregua, hizo que muchos ingresaran en las filas del partido comunista y mucho tiempo después
1 L.Althusser, La revolución teórica de Marx, Siglo XXI, México, 1967, pág. 15.
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trataran de poner en orden sus ideas, y reducir los resulta dos de la lucha a expresiones de orden teórico. Por lo de más, el desconcierto que la política stalinista en la URSS creó, empujada por el gran esfuerzo de la industrialización/ y agrabada aún más por la declaración de 1929 de que el partido comunista de laUnión Soviética se convertía en el partido modelo, en el arquetipo ideal para el resto de los partidos del mundo, hizo que muchos intelectuales, comunis tas o simplemente socialistas, volvieran los ojos asombrados hacia las fuentes teóricas contenidas en las obras de Carlos Marx y Federico Engels. Sartre, desde la perspectiva del existencialismo, puso el dedo en la llaga, al afirmar que la...
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