Mapa conceptual de la ética profesional

ÉTICA,

EMPRESAS
IV ÉTICA, EMPRESAS
Y DIRECCiÓN

Y DIRECCIÓN

1.

Principios para una ética empresarial

En /1971 e~profesor de política económica Klaus Schwab, que entonces tema 33 anos y acababa d~ regresar de Estados Unidos, dirigió el primer encuentro anual de dmgentes de economía en Davos y el posterior World Economic ~orum, formulando como «modelo de empresa» lo que en laperspectIva de la g]obalización alcanzaría en los años noventa una espe~ial actualidad: ,Que «todos los grupos nombrados aquí por orden alfabetIco tIenen un mterés inmediato en e! éxito de la empresa» (citado aquí literalmente I): - Los accionistas y prestamistas esperan, además de una inversión segura, unos adecuados intereses del capital invertido. - Los dientes esperan un buen producto a un precioasequible. Por otra parte, en la construcción de maquinaria e! servicio post-venta es espeCIalmente Importan/te. No comienza con la entrega de la máquina, S1110ya con la dIscuslon del proyecto, pues ya entonces el productor debe tener en cuenta los problemas del comprador. '/ -, Los prove~dores esperan que ]a empresa tenga solvencia. TambIen tIenen mteres en que la capacidad de rendimiento de sucomprador se mantenga a largo plazo y siga creciendo. - Los trabajadores esperan que su esfuerzo, además de la adecuada comp~l1sación material, cuente ta mbién con el reconocimiento y la promo~]()n. Los mejores resultados se consiguen cuando los trabajadores estan convenCIdos del sentido de su trabajo y cuentan con posibilidades de desarrollo personal. ~ Economía n~cional, Estado y sociedad esperan)que la empresa contnbu,ya de múltIples formas al incremento del bien común (puestos de trabaJo, Impuestos, ete.). El modelo ha de responder a estas expectativas, necesidades e intereses (hasta aquí Klaus Schwab).

Ya en el tercer Foro de Dirección de Davos, en 1973, se propuso un «Código de comportamiento ético para la gestión de empresas», que considera como tareas de éstas «servir a losconsumidores, a los trabajadores, al capital y a la sociedad» y lograr «e! equilibrio de sus ~ntagónicos intereses». Culmina con la conclusión d~ que I~ gananCIa es ciertamente un «medio necesario, pero no el objetIvo fmal» de toda dirección de empresa2• No es en absoluto casual que un vehemente ataque a este concepto se hiciera invocando explí~itamen~e ~ Milton Friedman; se trata del ataque delprofesor de te ona economlCa de la empresa Horst Steinmann, que quiso ver en el texto un, re~hazo «?e medidas institucionales de control del poder», una «JuStIf¡f¡caCIo;~ ideológica y un encubrimiento de posicionamiento s social~s de poder» y una oposición frente a exigencias de reforma». Ahora ble~l, nada de ello se encuentra en el Manifiesto de Davos; y tampoco es este e! motivo principal, y menos aunel único, del movimiento «Corporate-Social-Responsibility» que podría haber ejercido alguna influenCIa en el Manifiesto. Uno se pregunta si el prestigioso especialista en ética empresarial Horst Steinmann podría todavía hoy extraer de la idea de ,Ia «responsabilidad social en la dirección de las empresas» la concl~slon de que ella implica nada menos que' lT()

pasemos de estas cuestionesfundamentales a cuestiones más prácticas para las sociedades industriales de nuestros días. d)

Cuestiones incómodas, iniciativas practicables

.Están realmente preparadas la economía, la política y la s?ciedad ~ara este cambio epocal de paradigma hacia una postmodermdad de globalización, tan trascenden~al a s,u mod? como el p~so de la, economía agraria medieval a la SOCiedad mdustnal modern~. Espre~lso ante todo hallar una nueva relación entre Estado, trabajO y capital. «La economía globalizada no puede identificarse con una arrasadora economía de mercado, una especie de tren sin frenos que arroll~ cuanto encuentra a su paso», explica el presidente del World Economlc Forum (Davos), el profesor Klaus Schwab. Los «costes ,humanos de la ?ilobahzación» han alcanzado «un nivel que ha sometido...