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DIPLOMACIA PÚBLICA Y MEDIOS DE COMUNICACIÓN

Del Estado-Nación a las Cadenas Mundiales de Noticias

Gustavo Martínez Pandiani

Instituto del Servicio Exterior de la Nación (ISEN)

Prólogo
Tuve el placer intelectual de leer este texto antes de que con toda justicia se transformara en libro, y digo con toda justicia porque además de contener información actualizada, esta obra presentaun profundo y muy valioso análisis sobre la diplomacia pública y los medios de comunicación. Por eso me permito felicitar calurosamente al Instituto del Servicio Exterior de la Nación por haberlo editado, ya que considero imprescindible su lectura, no solamente para nuestros diplomáticos y para las autoridades de la Cancillería, actuales o futuras, sino también para los profesionales delperiodismo y para todas aquellas personas que, como integrantes de instituciones públicas o privadas, desarrollen una actividad orientada a las relaciones internacionales, sean económicas, culturales, políticas o turísticas.
Por otra parte, la introducción de este libro es tan adecuada por la descripción precisa de su contenido y objetivos, que hace innecesario todo comentario previo o todo prólogo, porlo cual, estas líneas –aun bajo esa clásica denominación- solo constituyen una mera presentación formal a través de ideas y reflexiones que no tienen otro valor que el de su total coincidencia con los análisis, propuestas y conclusiones de Gustavo Martínez Pandiani, avaladas tal vez en este caso por mi muy larga experiencia de décadas en el ejercicio del periodismo y de la diplomacia.
Así lascosas, es obvio que mi lectura fue encarada desde ese doble escorzo profesional, es decir, a través de dos actividades que hacen del lenguaje, de la palabra, su instrumento fundamental. Porque tanto el diplomático como el periodista son comunicadores, cualesquiera sean luego los diversos objetivos de sus respectivas comunicaciones. Por otro lado, no obstante sus grandes diferencias, ambas profesionestienen muchos elementos en común, más allá de que la palabra y su uso sean –como ya señalamos-  parte fundamental y constitutiva de su gestión diaria. Las dos requieren, además, el permanente análisis de realidades y situaciones, y la necesidad de dar y recibir información acerca de ellas, interpretándolas. Podemos decir también que se trata de profesiones de tiempo completo, porque se esperiodista o diplomático todos los días -incluidos los llamados “no laborables”-  y a toda hora, ya que los horarios prefijados o convencionales son largamente excedidos, y no excepcionalmente, sino con muchísima frecuencia, lo que me consta por experiencia personal en ambas actividades.  Por eso, tanto el ejercicio de la diplomacia como el del periodismo requieren una gran pasión, y una buena relación-respetuosa y confiable- entre quienes los ejercen, puede rendir excelentes frutos.
Y no puedo dejar de señalarlo, porque el haber trabajado en distintas circunstancias, de un lado o del otro, me ha permitido vivir la ingrata experiencia de ciertos desencuentros vinculados a la resistencia o al exceso de prudencia por parte de los diplomáticos en lo que hace a brindar información,  por temor-muchas veces legítimo- a que ella no fuese tratada debidamente y, por ende, en lugar de servir para informar a la opinión pública, terminara desinformándola. Por ello considero muy importantes las propuestas de este libro en orden a lo que debe ser la organización de la Cancillería para informar a la opinión pública a través de la prensa, dentro y fuera del país.
Desde mi punto de vista y a talefecto, los funcionarios del Servicio Exterior de la Nación deben tener muy en claro en primer lugar, que la prensa en una democracia constituye una de las herramientas que puede contribuir a la formación del juicio de un hombre libre y socialmente integrado, lo cual determina que la influencia de los medios de comunicación se proyecte en las instituciones. Que a ello se suma el hecho de que en el...