Marzo

Érase una vez .... había una liebre que, alardeando cómo podía correr más rápido que ningún otro, era para siempre tortuga burlas por su lentitud. Entonces, un día, la tortuga le contestó airado:"¿Quién te crees que eres No se puede negar que eres rápido, pero aún puede ser vencida?" La liebre chilló de risa.

"Golpeado en una carrera por quién? Tú no, seguramente! Apuesto a que no hay nadie enel mundo que puede ganar contra mí, estoy tan rápida. Ahora, ¿por qué no intentarlo?"
Molesto por tal jactancia, la tortuga aceptó el reto. Un curso fue planeado, y el día siguiente, al amanecer seencontraban en la línea de salida. La liebre bostezó dormida como la tortuga caminó lentamente fuera manso. Cuando la liebre vio cómo su rival dolorosamente lento era, decidió, medio dormido de pie,para tener una siesta rápida. "Tómate tu tiempo!" dijo. "Voy a tener cuarenta guiños y ponerse al día con usted en un minuto."

La liebre se despertó sobresaltado de un sueño inquieto y miróalrededor, en busca de la tortuga. Pero la criatura era sólo una corta distancia, después de haber cubierto apenas una tercera parte del curso. Con un suspiro de alivio, la liebre decidió que bien podríatomar el desayuno también, y se fue a picar algunas coles que había notado en un campo cercano. Pero la comida pesada y el calor del sol hizo su caída párpados. Con una mirada descuidada a la tortuga,ahora a mitad de camino a lo largo del curso, decidió tener otra pausa antes de flashear pasado la meta. Y sonriendo al pensar en la cara de la tortuga al ver la velocidad de liebre, se quedóprofundamente dormido y no tardó en roncar feliz. El sol comenzó a hundirse en el horizonte, y la tortuga, que había sido perseverante hacia el poste de llegada desde la mañana, era apenas un metro de la meta.En ese mismo punto, la liebre se despertó con un sobresalto. Podía ver a la tortuga un punto en la distancia y se lanzó fuera.

Él saltó y saltó a gran velocidad, su lengua fuera y jadeando en...