Mayerlin aguilar
27 ABRIL DE 2010
La historia cuenta de pueblos que han asesinado a sus redentores o no los han apoyado, los dejaron en las garras de los verdugos. Los casos son tanexcesivos como incomprensibles.
Recordemos a Cristo, que perdió unas “primarias” frente a Barrabás. O a Bolívar saliendo a los gritos de ¡longaniza! de Bogotá, camino a su muerte. Recordemos a Marx,el teórico del Socialismo, que murió en la miseria, en medio de la humanidad a la que señaló el camino. Al Che, asesinado entre la indolencia de los pobres a los que unió su suerte.
Asimismo sehan perdido esfuerzos colectivos de redención: recordemos a Miranda cuando invadió la patria y encontró pueblos vacíos de personas y de amor.
Difícil comprender estos comportamientos sin entender losfuertes mecanismos de manipulación de la clase dominante: son capaces de hacer de los pueblos, como decía el Libertador, “instrumentos ciegos de su propia destrucción”.
En septiembre vamos a unaelección en la que se decide la suerte de este pueblo, de la Revolución Bolivariana y del Comandante Chávez.
Esta sociedad vive la hora en que los pueblos deciden entre la esclavitud milenaria, oerguirse para concretar los sueños. Deciden si guillotinan sus esperanzas, o pelean con fuerza por hacerlas realidad. Si será verdugo de sí mismo, o viento que rompa las cadenas que lo convierten envileza.
En septiembre demostraremos como pueblo de qué estamos hecho: si del barro de lo intrascendente, o de la sangre de los Libertadores.
En Septiembre aflorará el sentimiento, se pondrá aprueba el amor y la gratitud. Se evidenciará si entendimos el mensaje central de la Revolución, o sólo fue una brisa fresca que nos alegró una tarde.
La Revolución es ante todo un profundo acto de amor.Es aprender a amarnos a nosotros mismos, a nuestros semejantes, a la naturaleza.
Esta Revolución, si alguna característica tiene es la de haber sido siempre “guiada por profundos sentimientos de...
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