Memoria Local

Introducción

En el presente informe, relataremos nuestra experiencia al rescatar la memoria de las personas que vivieron el naufragio de la embarcación pesquera Calypso I en el verano de 1990 en la bahía de Corral; un relato conmovedor que nos lleva a conocer sus vivencias, un viaje hacia el pasado, el conocer parte de la historicidad de estos seres-ahí que estuvieron dispuestos a compartirlacon nosotros, a pesar del dolor que implica traer de vuelta al presente un hecho tan impactante como un naufragio que tuvo consecuencias funestas para cada uno de los pasajeros de aquella embarcación y para quienes habitan o habitaron alguna vez la calle Miraflores de Valdivia. Un hecho que marcó para siempre la vida de esta vecindad.






















“Un OscuroDomingo de Febrero hace Diecinueve Años Atrás…”

Fue un día viernes por la mañana. Hacía mucho frío y estaba nublado. Nosotros estábamos en el subterráneo de la Biblioteca Municipal de nuestra ciudad, Valdivia, aquel lugar donde están guardados los diarios de antaño, indagando, buscando un tema para concretar nuestro trabajo de memoria local. Queríamos algo que fuera importante, que tuviera taltrascendencia que fuera el indicado para lograr nuestro objetivo: rescatar la memoria de algunas personas, indagar en su historicidad y reconocer que todos de alguna forma somos historia.
Mientras hojeábamos periódicos de distintas datas, periódicos amarillos gastados y añejados por el correr de los años, la bibliotecaria que nos atendió nos comentó sobre un naufragio ocurrido en el verano de 1990en plena bahía de Corral, creyendo que podría interesarnos. Nos contó la historia del Calypso I, embarcación pesquera que se volcó en el mar.
Interesados y teniendo el presentimiento de que este acontecimiento era perfecto para poner en práctica el estudio de la historicidad, nos dispusimos a poner en marcha nuestra investigación en relación al- como todo parecía indicar- tan conocido Calypso I.Unos cuantos días después, pero esta vez acompañados por un poco de cálido sol y brisa matinal, nos reunimos en la costanera, cerca del puente Pedro de Valdivia, con el fin de recolectar un poco más de información y poder comenzar con el trabajo. Recorrimos la vereda junto a lo barcos atracados en la orilla, hasta que nos cruzamos con Felipe Vivanco, un marino mercante quien, a un costado de laembarcación Neptuno, nos proporcionó lo básico que necesitábamos: un barco pesquero que se hundió por exceso de pasajeros a bordo. Después de algunos minutos conversando con él, nos sugirió que visitáramos al “Diario Austral”, ya que allí nos podrían facilitar muchas fotografías, fotografías que- como descubriríamos posteriormente- retratarían paso a paso esta gran tragedia y nos ayudarían ajuntar poco a poco las piezas del rompecabezas que empezábamos a armar.
En el Diario Austral, hablamos con Juan Carlos Hernández, periodista de este periódico local que tomó las primeras fotografías del naufragio. Él nos prestó un gran libro donde estaban archivados todos los diarios de la época, en los cuales habían periódicos que iban desde el lunes 20 de febrero de 1990 hasta principios de marzode aquel año. Escaneamos las muchas páginas que inmortalizaban aquel acontecimiento que nos servirían de gran apoyo a nuestra indagación. Con todo esto ya realizado, sólo nos quedaba averiguar dónde ubicar a los sobrevivientes del naufragio, lo que logramos gracias a la intervención de mi padre (siendo yo María José) quien había trabajado hace algunos años con muchas de las personas implicadas enla catástrofe. Supimos que la gran mayoría de quienes habían logrado salvarse de las aguas de la bahía de Corral aquel nefasto domingo estival de 1990 vivían aún en la calle Miraflores, unidos aún por la experiencia que tenían en común en sus respectivas memorias.
Llegamos a aquella solitaria calle un soleado, pero al mismo tiempo frío lunes de abril, con la intención de caminar a lo largo de...