Meridiano

Lexis Vol. XXXVI (1) 2012: 131-144

La polémica del Meridiano Intelectual de 1927.
La lucha por el cauce de las corrientes intelectuales
Mariana Rosetti
Universidad de Buenos Aires

I. Introducción
El presente trabajo se propone analizar la polémica del Meridiano
Intelectual de 1927 como instrumento o medio productivo utilizado por el grupo vanguardista martínfierrista para hacerse unlugar
en el mapa cultural por fuera de los límites de España, la que una
vez fuera su regente cultural. Para ello, analiza las distintas figuras
retóricas asumidas por los polemistas martínfierristas para referirse
tanto a su grupo como a su ciudad de pertenencia frente a la ya
vetusta madre patria. El estudio de estas posiciones de enunciación
sobrevuela los ejes críticos de “el problema delidioma nacional”
(Manzoni), y “la disputa del nacionalismo cultural” (Croce) para
ahondar en los procedimientos llevados a cabo por este grupo de
jóvenes sobre su perspectiva simbólico-vanguardista.

∗

Agradezco los comentarios de Laura Colantoni, Mariana Conte Grand, Alejandro Corbacho, John Lipski, Andrés López, Francisco Moreno Fernández, Carolina
Reynoso Savio y Jorge Streb a unaversión anterior del presente trabajo.
ISSN 0254-9239

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II. La polémica y el tejido de su espacio discursivo
Ya es casi parte del sentido común comparar al texto con
un tejido, a la construcción del relato con una costura, al
modo de adjetivar un poema con la acción de bordar.
Tamara Kamenszain, Historias de amor
(y otros ensayos sobre poesía)
Alineadosen un deseo de perfección, los rasgos, los
momentos, los escandidos, el ir y venir acompasado del
bordar no tiene otra posibilidad de producirse que dentro del sistema. Nada circula fuera de la estructura.
Tununa Mercado, “Punto final” en Canon de alcoba

Tomar la palabra del otro, asumirla, interpretarla y “consumirla” para luego transformarla. Este parece ser el procedimiento
de lapolémica: género de fronteras que amenazan con desbordarse,
constante duelo verbal que se aproxima y se contonea con la violencia encarnada sin adherirse o plegarse a ella: “es el discurso que
ejercitan los especialistas en indignación para establecer un combate
verbal que no trepida en superar ese plano a fin de abandonar la
relativa tranquilidad de la argumentación y excederse en la zona de
laviolencia encarnada” (Croce 2006: 7).
Detrás de este jugueteo irreverente con los límites verbales en
búsqueda de efectos inmediatos, se encubre un trabajo artesanal y
detallado del telar textual, de la palabra del otro devenida en escritura. Para ello, el polemista comparte con su oponente un proceso
de interincomprensión generalizada, red de interacción semántica
(Maingeneau 2007) o mediotópico subyacente (Angenot 1982). Este
“medio” establece un vínculo entre los interlocutores, entre sus
posturas aparentemente opuestas y lejanas. El hecho de que exista
este terreno semántico común configura el sostén o base de ambos
discursos, el lugar desde el cual partir y al cual “volver” siempre
que se desee. Sin embargo, el camino a recorrer depende exclusivamente del enunciador y de suhabilidad para utilizar las palabras
del otro como peldaños para llegar a su destino, para conformar su
“verdad”. En este “arte” de moldear la voz del otro se percibe el
trabajo del artesano que retoma las palabras de su opositor (como
si fuesen huellas retóricas) y las transforma en un espacio o camino

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discursivo propio. Esdecir, arma un recorrido desde un lugar de
enunciación asumido. Al respecto, podemos relacionar este juego
del posicionamiento dinámico y vertiginoso del polemista con la
diferenciación que realiza Michel de Certeau entre los conceptos de
“lugar” y “espacio” en su obra La invención de lo cotidiano:
Un lugar es el orden (cualquiera que sea) según el cual los elementos
se distribuyen en...