Metodología de la investigación

CIENCIA Y PODER

Acerca de la validez de los conocimientos

En uno de sus cuentos, Nicasio Soria relata sobre un niño de la línea sur rionegrina, que es interrogado por un viajero acerca de sus habilidades, la clásica pregunta que los adultos solían hacer a los niños cuando no tenían nada que decirles: “…y vos… ¿qué sabés hacer?”, a lo que el muchachito, luego de minutos desilenciosa y concienzuda reflexión contestó: “Escupir”.

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Reflexionar sobre el discurso científico moderno (además de hacerme pensar en Girosintornillo) me trajo el recuerdo de este cuento, que fue escrito seguramente a partir de la supuesta insolencia de un muchachito de campo, que osó incluir dentro de la categoría “conocimiento” a una función tan “natural” como escupir, más si notamosque el niño vivía en la zona de los guanacos, que como “todo el mundo sabe” se caracterizan por escupir a todo curioso que se les acerque demasiado. Este relato me acerca al tema de la ciencia y el poder, ese poder tan bien explotado por el discurso científico de todas las épocas para excluir a tanto conocimiento humano que no es legitimado por sus leyes y postulados. “Escupir” no entraba dentro delas respuestas lógicas esperadas por el viajero, ni por el escritor, pues de lo contrario no hubiera decidido recoger la historia. Esta representación tan fuerte que tenemos de lo que es válido saber, lo que es válido conocer, frente a lo que consideramos superfluo, no es para nada inocente. ¿Otra hubiera sido la reacción si el niño en cuestión hubiera hecho un desarrollo explicativo acerca delalcance que podía alcanzar con su escupida de acuerdo a condiciones meteorológicas, viento a favor, viento en contra, con alguna fórmula física, en fin, “científicamente”?.[1] Es esta forma de exclusión de saberes no-científicos la que subyace a la división entre los que saben y los que no saben, poderosos y carenciados, las elites y sus masas, como bien señala Esther Díaz.[2] Hoy consideramos lo“científico” como el modelo casi excluyente de todo saber que se precie como tal.[3]
La defensa de la pretendida asepsia de la investigación científica con respecto a la responsabilidad ética o al poder, con respecto al producto de la investigación, y sus respectivos usos sociales, no es privativa sin embargo del discurso científico moderno. Ya desde la antigüedad los sofistas descubrieron que laverdad se impone siempre y cuando esté sujeta a algún tipo de poder.[4] El discurso científico moderno surgió por el desafío revolucionario que Kepler, Copérnico, Bruno yGalileo se atrevieron a hacer a los dogmas científicos medievales de la física aristotélica. Lo hicieron desde prácticas y discursos marginales respecto de las verdades oficiales. Pero una vez consolidado este discurso, destinado aconocer la naturaleza para dominarla, desde una concepción de ciencia formalista y ahistórica, reduce justamente a ésta a conocimiento científico, sin considerar las prácticas sociales, y las articulaciones múltiples que se producen entre ciencia, sociedad, y cultura, y se transforma en hegemónico, en ideología. Ciencia inserta en relaciones de poder. En este contexto, la solidez de una teoría esuna condición necesaria pero no suficiente para que se imponga a sus rivales. Y por más sólida que sea una teoría, si sus aplicaciones tecnológicas no se colocan en el mercado, o en peor caso, amenaza a grupos económicos poderosos, como es el caso de las investigaciones sobre combustibles alternativos y la industria del petróleo, seguramente será relegada. Aún en el caso de la investigaciónbásica orientada[5], la institución que financia el proyecto de investigación por lo general señala hacia algún campo de interés. La idea del científico investigando libremente, buscando, indagando sin ninguna influencia externa es una ilusión. La ciencia no tiene ninguna etapa de desarrollo incontaminada, neutra, alejada de los intereses económicos o tecnológicos. La ciencia, como bien dice Esther...