Miguel Hernández

Cuando, en marzo de 1934, Miguel Hernández viaja por segunda vez a Madrid, comienza para él una nueva etapa en la que se introducirá en la intelectualidad de la capital y se desprenderá del influjodel ambiente oriolano, lo que le provocará una crisis personal y poética de la que saldrá su voz definitiva. Comienza, así, el compromiso social de Miguel Hernández y con el estallido de la GuerraCivil, su compromiso político.
Es nombrado jefe del Departamento de cultura del gobierno de la República, puesto desde el que va a propagar la poesía a través de los altavoces. Esta poesía quedarecogida en Viento del pueblo, publicada en 1937, obra que demuestra que el autor comprende el poder transformador de la palabra, su posible función social y política: se trata de una poesía comprometida,poesía de guerra y denuncia y poesía de solidaridad con el pueblo oprimido. Dicha función se articula en cuatro tonos.
En primer lugar, la exaltación heroica de los hombres que luchan por la justiciay la libertad. Para ello glorifica los valores de esa colectividad – fuerza, orgullo… – y sus características. En “El sudor” este fluido corporal, habitualmente considerado poco noble, es celebrado yse dignifica como emblema del proletariado. En “Vientos del pueblo me llevan” él mismo se identifica con la colectividad y se mitifica: “si me muero, que me muera/ con la cabeza muy alta […] cantandoespero la muerte/ que hay ruiseñores que cantan/ encima de los fusiles/ y en medio de las batallas.” Además, aparece en él un entusiasmo por la lucha que le hace sentir la victoria y anunciarlaproféticamente de la mano del hijo que espera. “Canción del esposo soldado”: “espejo de mi carne, sustento de mis alas […] y defiendo tu vientre de pobre que me espera, / y defiendo tu hijo”.
Otro es lalamentación por las víctimas de los opresores, manifestada con poemas en los que se estas víctimas se glorifican. “Elegía primera”: “entre todos los muertos de elegía/ sin olvidar el eco de...