Minificción Mil Caras

EL JUEGO DE LAS MIL CARAS
La conocí una tarde en que no planeaba conocer a nadie de un día en que lo único que quería era pasar desapercibido. Las cosas se dieron rápido, y de un momento a otro, yaestábamos inmersos en una relación sentimental. Un día inventamos un juego. Se nos ocurrió en una cena que tuvimos con conocidos. Mientras nuestros acompañantes estaban distraídos, ella adivinó miaburrimiento y de la nada, gesticuló una mueca. No pude evitar reírme de forma discreta pues no quería que alguien lo notara. La cena transcurrió entre muecas de ella que yo contestaba con otrasmuecas; nos parecía divertido buscar los momentos para hacerlas y en los que no nos descubriesen.
Ese fue el comienzo. Lo hicimos varias veces más en distintos eventos sociales. Ganaba aquel que provocara,de forma inevitable y espontánea, la risa del otro. La última vez que jugamos, recuerdo muy bien, fue en la fiesta de un amigo mutuo en donde ambos fuimos descubiertos. Justo después de esa fiestahubo una discusión entre nosotros que nos hirió en lo más profundo y nuestra relación terminó.
Tres años después, cenaba yo en un restaurante al que me habían invitado mis suegros y mi recién esposa,cuando la vi sentada en otra mesa acompañada de un hombre. Nuestras miradas se cruzaron; nos percatamos que allí estábamos, después de varios años, separados sólo por las mesas, la gente y la música deviolín.
Ella me miró, y en ese preciso instante, gesticuló una cara en extremo graciosa. Sin duda era la mueca más divertida que le había visto y por la cual brotó de mí una risa espontanea por laque me tuve que disculpar ante mis suegros y esposa. Después de inventarles una explicación por mi risa repentina, volteé de nuevo dispuesto a contestarle con otra mueca; no me iba a ganar, le iba aganar yo, la iba a hacer reír. Dirigí mi mirada a su mesa pero ella y su acompañante ya no estaban; su mesa se encontraba vacía; un mesero la limpiaba y recogía la propina. La busqué a lo largo del...