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Late Corazón

¿Volverás a creer en el amor?

Giselle López Quintero

Carolina a sus 15 años de edad lo tiene todo.
Tiene un novio que todas sus compañeras de clase quisieran tener. Tiene muy buenas amigas que la apoyan en todo. Una hermana mayor que siempre le da consejos y siempre está a su lado. Sus padres la adoran y la consienten demasiado. El amor se hace notar en todos los aspectosde su vida. Simplemente la vida perfecta.
Las cosas cambian repentinamente que hacen que la vida de Carolina se derrumbe por completo. Secretos entre su familia, problemas en la escuela, una traición tan dolorosa que pierde toda ilusión sobre el amor y deja de creer en el…
Hasta que conoce a Carlos, un chico de 20 años despreocupado de la vida y que hace lo que le viene en gana. Carolina revivela adrenalina de salir a escondidas, la emoción del primer beso y por supuesto, la tentación de un amor imposible…

Caminaba en la orilla del mar, ya era el atardecer tendría que llegar rápido a casa antes que oscureciese.
Ya estaba camino hacia casa cuando alguien grito mi nombre. Me volví hacia donde había escuchado la voz. Era un chico.
Era alto, cabello negro, no llevaba camisa y para sersincera se me caía la baba al ver su cuerpo. Más bien parecía un modelo de Play Boy.
El se acerco y me abrazo. Podía oler su piel, que olía de maravilla. Mis manos se detuvieron en su abdomen, bien trabajado y tonificado, yo tenía la vista fija en sus pies no me atrevía a alzar la mirada. El era tan guapo y demasiado sexy para ser real.
Me tomo la cara para observar directamente hacia mis ojos.No resistí, tome valor y lo bese en los labios. Mi corazón empezó a latir de una manera incontrolada. Mis manos cobraron vida y fueron hasta su cabello, quería estar más cerca de él.
Pero algo paso.
Mis manos quedaron prendidas en el aire, el chico había desaparecido. Mire hacia todas las direcciones en su búsqueda. De pronto un agujero negro me absorbió y mientras volvía mi mirada hacia elmar, el chico se despedía y me mandaba un beso.
Me desperté en mi habitación color rosa, y mi mano buscaba mi celular para apagar la música, pero esa música no era mía y vi la hora. No lo podía creer. Me quede viendo el techo recordando lo que había pasado.
Estaba soñando. Solo eso era un sueño, pero el mejor sueño de toda mi vida. Suspire y me tape la cara con la almohada. Pero era imposibleconciliar el sueño.
Mi hermana mayor se encontraba en su cuarto. Pero bien podía estar enseguida de mi oído cantando como una loca. Cantando no, más bien graznando.
Le di una patada a la sabana y salí echa una furia hacia el cuarto de mi hermana. Abrí la puerta y estaba brincando en la cama con control en mano simulando un micrófono. Parecía tener 10 años en vez de 20.
-¿Estás loca o qué? Son las8.00 de la mañana y es domingo.- Me encontraba muy furiosa y estaba gritando, quien no lo estaría con el sueño que acababa de perder.
-¿Qué?- me grito por encima de la música, que estaba exageradamente fuerte.
Fui hacia su reproductor y lo apague. Las ventanas ya no retumbaban. Leila se bajo de la cama con el ceño fruncido. Estaba enojada.
-¿Por qué hiciste eso?- Me pregunto mi hermana, conlos brazos en jarra. – Si se descompone mi reproductor te juro que…-
-¿Qué, que?- le respondí en modo desafiante.
-Eres una pesada, ¿pero sabes qué? hoy no me amargare por tu culpa. Hoy es un día muy especial. Así que sal de mi habitación ahora mismo- me tomo del brazo y me saco.
-Leila eres una…- no pude completar mi oración porque me cerró la puerta en la cara. –Está bien compórtate como unainmadura.- y me fui hacia la cocina.
Tome una cuchara y un bote de yogurt. Prendí el televisor, pero como era de esperarse no había absolutamente nada. O a menos que te gustaran los Teletubbies. Deje el canal del noticiero pero solo había políticos pelones y hablando de cómo cambiar el país. Bla bla bla. Me rendí y apague el televisor.
Iba escaleras arriba cuando Leila se interpuso en mi camino....