nada

“NADA - CARMEN LAFORET”
CAPITULO I
Andrea llegó a la Estación de Francia de Barcelona de noche sin que nadie la esperase ya que el tren llegó con 3 horas de retraso. Consigue coger un coche de caballos, de los que resurgieron después de la guerra civil que la llevó a la casa de sus parientes en la calle Aribau. Por equipaje llevaba un maletón cargado de libros.
Cuando llama a la puerta de susparientes se encuentra en una casa muy vieja, descuidada y como ella misma dice maloliente. Le abre la puerta su abuela que en un primer momento no la reconoce. Y partir de aquí van apareciendo el resto de los habitantes de la casa. Antonia, la criada con un perro. Su tío Juan que tenía la cara llena de concavidades, la mujer de éste, Gloria, pelirroja y de tez blanca. Su tía Angustias concabellos entrecanosos. Ésta le recrimina el plantón que le ha dado en la estación y dice que se vayan todos a dormir que es tarde a lo que Andrea pide si puede lavarse un poco. Tía Angustias dice que no tienen agua caliente pero Andrea insiste y toma una ducha de agua helada. Como el resto de la casa que había podido ver, el cuarto de baño también estaba muy dejado. Telas de araña, bañera roñosa en finparecía que nadie lo utilizaba. En la habitación que le habían destinado había un piano, un escritorio chino, cuadros, muebles, una cama turca, sillones… parecía una buhardilla de un palacio abandonado. Sobre el piano había una vela ya que la lámpara del techo no tenía bombillas. Tía Angustias se despidió de Andrea haciéndole la señal de la cruz en la frente y le dijo que si se sentía asustada quela llamara ya que ella nunca dormía. Andrea finalmente se queda sola en la habitación. Le cogieron ganas de llorar al mirar las tres estrellas que temblaban en la oscuridad de la noche.
CAPITULO II
Al día siguiente al despertar oyó el tintineo de los primeros tranvías que circulaban y entonces recordó su última visita a la casa de sus abuelos cuando tenía siete años. Lo que recordaba de laBarcelona de entonces era esos tranvías, su tía Angustias que cerraba las persianas de su habitación, cuando el calor de la noche no le dejaba dormir, el bullicio de la gente en la calle…
En su habitación también había un cuadro con un retrato de sus abuelos cuando llegaron a Barcelona hacía ya cincuenta años. En aquel momento “el mundo era optimista y ellos se querían mucho”. Sus abuelos fueron aBarcelona con una ilusión: el descanso, un trabajo seguro y su refugio. Lo opuesto que llevó a Andrea. En aquel momento la casa era nueva, situada en un lugar tranquilo, los muebles nuevos también pero ahora todo era decrépito. Cuando murió el abuelo dividieron el piso en dos y entonces los operarios amontonaron los muebles y tal cual se quedó.
Al levantarse con la luz del día vio la habitación notan horrorosa como la noche anterior pero seguía sumergida en un abandono absoluto. Apareció un gato que realmente hacía juego con la casa y sus habitantes. También tenían un loro.
Al salir de la habitación vio la habitación de tía Angustias abierta. Parecía limpia y ordenada. La tía le hizo pasar y comenzó el “sermón” diciéndole que tenía que ir con cuidado porque Barcelona era una ciudadparecida al infierno. Le dijo que era su sobrina y por lo tanto una niña de buena familia, cristiana e inocente. Y que no podía dar un solo paso sin su permiso. Y que todo se lo debería a ellos, los parientes de su madre. Que gracias a su caridad lograría sus aspiraciones. Entonces pasó a hacerle algunas advertencias sobre la familia. Que su tío Juan se casó con una mujer “nada conveniente”. Le advirtióque no debía ser amiga de ella. Y fue entonces cuando Andrea pensó que quizá no le iba a resultar desagradable disgustar un poco a su tía Angustias. Salió al comedor. En éste se encontraba Gloria dando la papilla al bebe, su tío Román que la saludó cariñosamente y que estaba limpiando una pistola. Enseguida empezó una gran discusión. Román provocando a Gloria, ésta que le contestaba sin miedo....